Diplomáticos de Cancillería irán a la Justicia por el nuevo régimen de Ganancias
Los profesionales de Cancillería evalúan medidas sin precedentes debido a la nueva reglamentación impositiva que afecta parte de sus salarios en el exterior.
Los cambios en el Impuesto a las Ganancias desataron una crisis sin precedentes entre los profesionales de la Cancillería y el Gobierno nacional. Con la nueva reglamentación publicada este lunes, parte de los sueldos de los diplomáticos en funciones en el exterior quedarán alcanzados por el nuevo tributo, algo que no sucedía hasta ahora.
Estas modificaciones despertaron la furia en el Palacio San Martín, al punto de que presentarán acciones judiciales, tal como anunció la Asociación Profesional del Servicio Exterior de la Nación (APSEN), que representa a más del 80% de los diplomáticos. Además, se supo que algunos funcionarios en el exterior evalúan pedir su regreso a la Argentina y hasta consideran un cese de actividades, algo nunca visto en el ministerio.
"Hay casos de diplomáticos con familia que viven en ciudades donde el costo de vida es muy alto y, con esta modificación, se les reducirá tanto el sueldo que posiblemente pidan el regreso al país", ejemplificaron distintos funcionarios del Servicio Exterior de la Nación para ilustrar la situación de los diplomáticos que trabajan en el exterior.
El sueldo de los diplomáticos en el exterior se compone del "sueldo país" (el equivalente en dólares al salario en pesos que les correspondería cobrar en la Argentina de acuerdo al escalafón que ocupan), más un coeficiente del costo de vida estipulado por las Naciones Unidas. Con los cambios introducidos, ahora también estarán alcanzados por el impuesto en el tramo adicional correspondiente a la representación en el exterior. La normativa empezará a regir desde los sueldos de julio.
Por la nueva reglamentación, este adicional en dólares se transformará en pesos al tipo de cambio oficial y, sobre ese monto, pagarán la alícuota que corresponda, que en prácticamente todos los casos será del máximo de 35%. El principal enojo del cuerpo profesional de Cancillería reside en que todos los diplomáticos, a excepción de los embajadores, al trabajar en el exterior deben hacerse cargo de los costos de vivienda, servicios, salud, y escolaridad de sus hijos, entre otros. En comparación, muchos de estos gastos no corren por cuenta del diplomático en otras cancillerías del mundo.
Entienden, además, que esta modificación perjudica principalmente a los funcionarios de menor escala como los secretarios y consejeros, lo que puede derivar en un desincentivo para salir del país y en una oleada de pedidos para regresar a la Argentina. Cada movimiento de los diplomáticos tiene que ser firmado por el canciller a través de una resolución. Según pudo saber TN, el enojo diplomático no sólo se concentra en la Casa Rosada y el Ministerio de Economía, sino que también se extiende hacia la canciller, Diana Mondino, a quien muchos critican por no defender los intereses del cuerpo que representa.
A pesar de las negociaciones entabladas durante las últimas semanas con el ministro Luis Caputo y su equipo, las autoridades del Ministerio de Relaciones Exteriores no lograron que se diera marcha atrás con esta medida.