"No soy un toro rabioso con impulso procreativo", aseguró el donante holandés de esperma

Jonathan considera la donación de esperma como un trabajo y toma la denuncia como un intento de castración jurídica.

Jonathan M. el donante holandés de semen, al que se le atribuyen 550 hijos, fue denunciado semanas atrás, por la madre de dos de sus hijos y por la fundación Donordking que defiende los intereses de las personas nacidas por inseminación, para prohibir que continúe con su actividad. 

Hoy en el marco de la primera audiencia para llegar a un acuerdo, el demandado aseguró que no es "un toro rabioso con afán reproductor", por lo que considera que imponerle un veto equivaldría a "un grave ataque a su integridad física". Ademas, su abogado defensor lo ha calificado como un "intento de castración jurídica". 

En 2017, la Asociación holandesa de Ginecólogos y Obstetras advirtió que el demandado tenía ya 102 hijos. 

Ambas partes no han llegado a un acuerdo y el fallo se espera para el 28 de abril. Será la primera vez que un caso así llegue a los tribunales de Países Bajos. 

Desde la fundación creen que el hombre donó semen en al menos trece clínicas locales y extranjeras. Algo que esta prohibido por ley, ya que la ley neerlandesa exige a los donantes hacerlo un máximo de 25 veces con éxito para evitar la endogámica, el incesto y los problemas psicológicos de las personas nacidas por este método. 

La denuncia, además de pedir el cese de la actividad de Jonathan M., incluye una multa de $100 mil euros por cada vez que el hombre reincida en hacer una donación de espermas y la destrucción de todas sus muestras conservadas en clínicas de fertilidad. 

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