La conmoción invade a Tucumán tras el hallazgo sin vida de Kiara Jazmín Caro, una niña de 7 años, en las orillas del río Lules. La madre de la pequeña, Daniela Fernanda Ávila, de 24 años, y su pareja, Matías Sebastián Paz, se encuentran detenidos en el marco de la investigación que busca esclarecer las circunstancias de la tragedia. La fiscalía especializada en homicidios, dirigida por el fiscal Pedro Gallo, está analizando pruebas y testimonios para determinar la causa de la muerte.

 Un relato confuso y un hallazgo inesperado

El domingo a la madrugada, Ávila se presentó en la comisaría de Lules, alegando la desaparición de su hija. Sin embargo, su declaración fue incoherente y llena de contradicciones. La mujer, que parecía estar en estado de ebriedad, aseguró no recordar nada de lo ocurrido. Además, su ropa estaba cubierta de barro, y afirmó haber despertado cerca del puente del río sin saber dónde estaba Kiara.

La policía, rápidamente, organizó un operativo de búsqueda que incluyó a diversas fuerzas de seguridad. A las 10 de la mañana, el cuerpo de la niña fue encontrado a unos 800 metros del puente, en dirección a la quebrada de Lules. Su ropa coincidía con la descripción brindada por la madre: una musculosa rosa, short celeste de jean y zapatillas rosas con detalles grises.

La detención de los sospechosos y el avance de la investigación

A medida que avanzaba la investigación, comenzaron a surgir elementos que sembraron dudas sobre la versión de Ávila. Testigos señalaron que la madre había asistido la noche anterior a un corso barrial con su hija, pero regresó sola y en estado de ebriedad. Además, su trayecto posterior a la fiesta fue inusual, ya que se desvió hacia un área con poca visibilidad y vegetación densa, un camino que no parecía ser el más adecuado.

Este comportamiento, junto con la falta de claridad en sus testimonios, llevó a la fiscalía a ordenar la detención de Ávila y Paz. Las pericias iniciales sugieren que la profundidad del agua en el punto donde se halló el cuerpo de Kiara era mínima, lo que genera aún más interrogantes sobre cómo se produjo la muerte.

Las autoridades continúan recopilando información de testigos y realizando pruebas biológicas a los detenidos, mientras que se esperan los resultados de las pericias forenses, que serán fundamentales para determinar si hubo signos de violencia o si la niña falleció por otras causas.

El caso sigue siendo investigado con rigurosidad, y se están tomando medidas adicionales para esclarecer si hubo la intervención de terceros en la tragedia.