El papa Francisco, de 87 años, comenzará este lunes una extensa y desafiante gira de 12 días por el sudeste asiático, marcando su viaje más largo y lejano desde que asumió el papado en 2013. 

El itinerario incluye visitas a Indonesia, Papúa Nueva Guinea, Timor Oriental y Singapur, con un total de 32.000 kilómetros recorridos. 

Esta gira supone un reto físico considerable para el pontífice, quien enfrentó varios problemas de salud en los últimos años.

Uno de los puntos más destacados de esta gira es la visita a Indonesia, un archipiélago con la mayor población musulmana del mundo, donde Francisco se centrará en fomentar el diálogo interreligioso. El jueves, está previsto un encuentro en la mezquita Istiqlal de Yakarta, la más grande del sudeste asiático, donde firmará una declaración conjunta con el gran imán de Indonesia, Nasaruddin Umar. Este documento abordará temas como la deshumanización vinculada a conflictos y violencia, así como la protección del medio ambiente.

Además de su enfoque en el diálogo entre el islam y el cristianismo, la visita de Francisco a Yakarta incluirá una reunión con el presidente saliente, Joko Widodo, la celebración de una misa en un estadio con capacidad para 80.000 personas y varios discursos ante las autoridades y el cuerpo diplomático.

A pesar del esfuerzo físico que esta gira le supondrá, el Vaticano aseguró que Francisco estará acompañado por su equipo médico habitual, compuesto por un médico y dos enfermeras. 

Esta gira, que representa su 45º viaje al exterior, también podría influir en su decisión de visitar Argentina en noviembre. Según afirmó, evaluará su estado de salud al regreso de esta intensa gira antes de tomar una decisión definitiva sobre el esperado viaje a su país natal.