Cayeron más del 30% las transferencias a universidades en 2024, en medio de reclamos por financiamiento

En los primeros nueve meses del año, las transferencias a las universidades nacionales cayeron más de un 30%, según informes de consultoras privadas. Este alarmante recorte se da en el marco del ajuste fiscal implementado por el gobierno de Javier Milei, lo que motivó una segunda marcha federal universitaria este miércoles. 

Los principales reclamos giran en torno al anunciado veto a la Ley de Financiamiento Universitario, que fue aprobada por la oposición en el Congreso a mediados de septiembre.

La normativa, que el presidente Milei vetó y será publicada este jueves en el Boletín Oficial, prevé ajustar el presupuesto universitario por inflación de manera retroactiva desde el 1° de diciembre del año pasado y estipula que los fondos se actualicen mensualmente. Este financiamiento es crucial para las 60 universidades nacionales, teniendo en cuenta factores como el número de estudiantes y la actividad científica. 

De acuerdo con la Oficina de Presupuesto del Congreso, el costo total de la ley representa aproximadamente el 0,14% del PBI, equivalente a unos $740.000 millones, de los cuales más de $441.000 millones están destinados a la recomposición de salarios docentes y no docentes.

La caída en las transferencias se hizo sentir en todas las universidades, siendo las más afectadas la Universidad Nacional de San Antonio de Areco (-68,5%), la Universidad Nacional Madres de Plaza de Mayo (-56,2%) y la Universidad Nacional del Noroeste de la Provincia de Buenos Aires (-48,7%).

Además del ajuste presupuestario, el conflicto también involucra reclamos salariales de docentes y trabajadores no docentes. Un informe del economista Amílcar Collante indica que, desde noviembre del año pasado hasta agosto de 2024, el salario de un auxiliar de primera con diez años de antigüedad cayó un 24% en términos reales.

El ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, reconoció la pérdida de salarios en el sector docente, que creció menos que la inflación acumulada del 94,8%. Aunque se argumenta que los salarios de los docentes universitarios aumentaron un 81,4%, muchos no aceptaron la propuesta de incremento del 5,8% por encima de la pauta salarial establecida.