El diputado nacional por Tucumán y secretario de Administración Nacional de La Bancaria, Carlos Cisneros, compartió en sus redes sociales una historia en la que criticó una de las últimas disposiciones del Gobierno que determina el cierre de varios organismos del Ministerio de Salud de la Nación.

La nueva medida, que va en sintonía con la reestructuración del Estado que inició el gobierno de Milei, fue impulsada por Mario Lugones y determina la disolución de 15 organismos que formaban parte del Ministerio de Salud.

Esta decisión afecta directamente a direcciones claves para la investigación y la contención de pacientes, además de atentar contra programas de apoyo a familiares de pacientes.

La medida se enmarca entre otros dos conflictos con los que el Gobierno cerró el 2024: el recorte de los medicamentos a jubilados del PAMI, también repudiado por el diputado Cisneros y ante el cual presentó un amparo, y los reclamos salariales de los trabajadores de salud de hospitales públicos.

Los organismos cerrados por resolución fueron:

- Dirección de Géneros y Diversidad

- Dirección Nacional De Recursos Físicos

- Dirección de municipios y comunidades saludables

- Dirección de Investigación en Salud

- Dirección de Interoperabilidad, Estándares y Desarrollo

- Dirección Nacional de Integración del sistema de Salud

- Coordinación De Equipamiento Médico y de Arquitectura Sanitaria

- Coordinación De Salud Familiar

- Dirección de Asistencia Directa por Situaciones Especiales

- Coordinación De Uso Apropiado De Antimicrobianos

- Coordinación De Zoonosis

- Coordinación De Tuberculosis y Lepra

- Coordinación De Hepatitis Virales

- Dirección de Integración de Información Sanitaria

- Coordinación De Vigilancia Epidemiológica por Laboratorios

Ante esto, el diputado Cisneros afirmó: "No se puede dejar a tanta gente desamparada. El Gobierno se desentiende de la salud y despide trabajadores de manera indiscriminada".

¿CÓMO AFECTA EL CIERRE DE CADA ORGANISMO?

El cierre de la Dirección de Géneros y Diversidad afecta directamente a las políticas inclusivas de salud, dejando desprotegidos a sectores de la población que requieren atención diferenciada y programas específicos.

La eliminación de la Coordinación de Tuberculosis y Lepra compromete el seguimiento y tratamiento de estas enfermedades, que continúan afectando a comunidades vulnerables y requieren un monitoreo constante.

Con la disolución de la Dirección Nacional de Integración del Sistema de Salud, se pierde la articulación de servicios sanitarios entre provincias, dificultando la respuesta coordinada ante emergencias y el acceso equitativo a la atención médica.

El cierre de la Coordinación de Zoonosis reduce la capacidad de prevenir y controlar enfermedades transmitidas por animales, aumentando el riesgo de brotes de infecciones como el dengue o la fiebre amarilla.

La desaparición de la Coordinación de Vigilancia Epidemiológica afecta la capacidad de monitorear brotes en tiempo real, lo que retrasa las respuestas ante epidemias y puede generar un mayor impacto en la salud pública.

La clausura de la Dirección de Investigación en Salud detiene el financiamiento de estudios clave para el desarrollo de políticas sanitarias, afectando la innovación y la preparación ante futuras crisis de salud.