En un fallo que genera indignación y refuerza los prejuicios contra las víctimas de violencia de género, la Justicia autorizó a Abiel Osorio, José Florentín y Braian Cufré a salir del país, pese a estar imputados en una causa por abuso sexual. La medida les permitirá disputar encuentros de la Copa Libertadores y la Copa Sudamericana con sus respectivos equipos.

La decisión judicial se tomó a pesar del expreso rechazo de la denunciante, quien manifestó su descontento con la actuación del Ministerio Público Fiscal (MPF) por no oponerse al pedido de los jugadores. "Fue una audiencia penosa", expresó la víctima, denunciando una falta de compromiso por parte de la Justicia en la protección de los derechos de las sobrevivientes.

Los jugadores podrán competir en el exterior sin restricciones

Con este fallo, Osorio, actual jugador de Defensa y Justicia, tendrá vía libre para viajar a Brasil y enfrentar a Flamengo el próximo 9 de abril. Por su parte, Florentín y Cufré, quienes militan en Central Córdoba de Santiago del Estero, podrán desplazarse a Uruguay para medirse contra Cerro Largo.

La medida genera preocupación en sectores que luchan por los derechos de las víctimas de abuso sexual, ya que evidencia cómo los imputados pueden seguir con sus carreras sin restricciones mientras el proceso judicial avanza lentamente. En este contexto, la impunidad parece consolidarse como una constante en los casos donde el poder y la exposición mediática juegan un rol determinante.

Un mensaje preocupante sobre la Justicia y la protección de las víctimas

La autorización de los viajes no solo facilita que los futbolistas continúen con sus carreras sin mayores inconvenientes, sino que también envía un mensaje peligroso sobre la manera en que la Justicia maneja los casos de violencia de género. Mientras la víctima sigue esperando respuestas, los acusados tienen luz verde para representar a sus clubes en competencias internacionales, sin restricciones ni sanciones.

La causa sigue en curso, pero esta decisión alimenta la percepción de que, en ciertos ámbitos, la impunidad es la regla y no la excepción.