Cayó la venta de sidras y espumantes: cambios en los hábitos de consumo de los argentinos
En un año marcado por la recesión económica, la caída de ventas de sidras y espumantes se convirtió en uno de los principales factores a tener en cuenta en el mercado de bebidas.
Con menos dinero disponible para las celebraciones de fin de año, muchas familias optaron por brindar con las mismas bebidas de la cena, mientras que las opciones dulces se concentraron en cajas navideñas corporativas. Las bodegas, a pesar de las caídas, mantienen buenas expectativas para 2025.
Caídas de ventas de sidras y espumantes
Las ventas de sidra y espumantes cayeron significativamente en diciembre de 2024, con algunas bodegas registrando caídas superiores al 50%. Si bien las cifras definitivas se conocerán a mediados de enero, los primeros datos ya muestran una tendencia a la baja en el consumo de estas bebidas tradicionales de las fiestas.
Armando Eugenio Farina, vicepresidente de la Cámara Argentina de Distribuidores y Autoservicios Mayoristas (CADAM), explicó a TN que las familias ya no brindan con las clásicas copas de sidra o champagne. Ahora, cualquiera sea la bebida que haya en la mesa -agua, Coca-Cola o Fernet- es la que se usa para el brindis. Esto refleja un cambio de hábitos vinculado a la disminución del poder adquisitivo de las familias argentinas.
La venta de espumantes y sidras: una tendencia a la baja
El champagne, especialmente el de marcas premium como Chandon, tuvo una caída de ventas superior al 74,3% en algunos comercios, mientras que marcas más accesibles, como Salentein, mostraron un ligero repunte. En el caso de la sidra, la caída fue del 34,7% en comparación con diciembre de 2023.
El impacto se ha sentido especialmente en bodegas de espumantes. Según Pablo Glöggler, CEO de Bodegas Bianchi, el mercado de espumantes experimentó una caída del 18% en volumen, lo que refleja las restricciones presupuestarias de las familias, que priorizan el consumo de productos de primera necesidad. Los precios altos de estos productos, como el champagne de alta gama que ronda los $24.100, también han sido un factor importante.
Bebidas alternativas y cambios de hábitos
El aumento de las ventas de bebidas como el Fernet y el gin refleja un cambio en las preferencias de los argentinos, quienes, frente a un contexto económico difícil, buscan opciones más accesibles y, a veces, más versátiles. El gin, en particular, experimentó un repunte en la segunda mitad de 2024, aunque aún no logró recuperar lo perdido en los meses previos.
Otro fenómeno que tomó fuerza es el consumo de bebidas más ligeras y fáciles de beber, como cervezas artesanales y cócteles a base de vino, especialmente entre los más jóvenes. Esto afectó las ventas de productos más tradicionales, como la sidra y el champagne, que históricamente se asociaban con ocasiones especiales y celebraciones.
Cambio en el consumo de espumantes
Algunos expertos, como Sebastián Juliá de Bodega Bressia, señalan que lo que está ocurriendo con los espumantes no es solo una consecuencia de la recesión, sino que refleja un cambio de hábitos más profundo. El espumante, que solía ser una bebida casi exclusivamente festiva, ahora se consume de manera más regular a lo largo del año. La tendencia de incluirlo en postres y cócteles en restaurantes y bares hizo que su consumo ya no sea tan estacional, aunque todavía aumenta en las fiestas.
En este sentido, Marc Woerner, director comercial de Bodega Don Manuel Villafañe, coincidió en que el consumo de espumantes está pasando de ser una bebida de celebración a una opción más cotidiana, especialmente con la llegada de nuevos canales de venta, como las plataformas de comercio electrónico.
Austeridad en las mesas navideñas
El comportamiento de los consumidores también refleja un cambio de las mesas navideñas, que pasaron de ser festivas y ostentosas a más austeras. Las familias han reducido sus gastos y, en lugar de copas de champagne, la cena de fin de año se transformó en una comida más simple, en la que el único lujo era, en muchos casos, el Mantecol.
El Indec señaló que las ventas en supermercados cayeron un 12,3% en los primeros diez meses de 2024. Aunque diciembre suele ser un mes de repunte en el consumo, este año la expectativa no se cumplió, especialmente en lo que respecta a las bebidas festivas como sidra, champagne y espumantes.