El Gobierno cerró la planta ex Ciccone y subastará el edificio que imprimía billetes

El edificio será subastado y la impresión de billetes se subcontratará a proveedores internacionales.

 El Gobierno nacional anunció el cierre definitivo de la planta de Don Torcuato, conocida como la ex Ciccone, dedicada a la impresión de billetes. Este establecimiento industrial había sido expropiado en 2012 tras el escándalo de corrupción que involucró al ex vicepresidente Amado Boudou

Luis Caputo, ministro de Economía, confirmó a través de sus redes sociales el cierre de la planta, que afectará a unas 270 personas que trabajaban allí. Según Caputo, la medida responde a la necesidad de optimizar los recursos del Estado, que, en lugar de seguir produciendo billetes en esta planta, adquirirá los mismos a proveedores internacionales.  "El cierre de la empresa implica un ahorro anual para el Estado de $5.040 millones. En tanto, las 270 personas que cumplían funciones en dicha planta serán dispensadas hasta determinar las políticas a seguir", dijo.

Expropiación y corrupción: historia de la planta Ciccone

La planta ex Ciccone pasó a ser parte del patrimonio estatal en 2012, cuando la administración de Cristina Fernández de Kirchner decidió expropiarla tras el escándalo de corrupción en el que estuvo involucrado Amado Boudou, quien era vicepresidente de la Nación. A raíz de esta polémica, el Gobierno optó por tomar el control de la empresa, que en su momento fue acusada de manipulaciones y conflictos de interés.

En su mensaje sobre el cierre, Caputo destacó que la operación de expropiación y la continua gestión de la planta resultaban más costosas que la opción de importar los billetes desde el exterior. Este cambio de estrategia económica también se reflejó en la reciente decisión del Banco Central de contratar a proveedores internacionales para la fabricación de los nuevos billetes de $10.000 y $20.000.

¿Qué pasará con la maquinaria y los billetes viejos?

Con el cierre de la planta, gran parte de las actividades que allí se realizaban se trasladarán a otros puntos del país. La maquinaria para la producción de chapa patente, por ejemplo, se instalará en el edificio de Retiro, mientras que las impresoras de billetes serán retiradas para su desactivación. Además, las máquinas destinadas a la impresión de pasaportes también se moverán a otros sitios para seguir operando.

Un aspecto que preocupa a las autoridades financieras es la acumulación de billetes deteriorados. Desde el 7 de noviembre, el Banco Central eliminó la obligación de perforar los billetes viejos de menor denominación, lo que permitirá acelerar la destrucción de los billetes en malas condiciones. La planta de Don Torcuato había sido utilizada, en gran medida, como depósito de estos billetes, por lo que su cierre también impulsará la normalización de este proceso.

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