La noticia de la muerte del papa Francisco no solo fue un golpe para el mundo entero, sino también para su familia más cercana, especialmente para su hermana María Elena, la última sobreviviente de los cuatro hermanos de Jorge Mario Bergoglio. Según su sobrino, José Ignacio Bergoglio, la noticia le llegó a su madre a través de ellos, en un momento de dolor pero también de resignación.

José Ignacio relató cómo se enteraron de la triste noticia, señalando que desde las primeras horas del lunes su teléfono estuvo colapsado con notificaciones. Tras hablar con su hermano, decidieron ser ellos quienes comunicaran la muerte del Papa a su madre. En medio de la tristeza, su madre aceptó la noticia con paz, sabiendo que su hermano descansaba sin sufrir.

El último mensaje de amor del Papa Francisco

El último mensaje público del Papa fue emitido durante la tradicional bendición "Urbi et Orbi" el domingo de Pascua, tan solo un día antes de su fallecimiento. A pesar de encontrarse convaleciente de una infección respiratoria, se asomó al balcón de la basílica de San Pedro, donde hizo un llamado a la libertad religiosa como condición para alcanzar la paz mundial. Este acto, según José Ignacio, fue una especie de despedida: "Vimos a un hombre que luchaba por vivir y cumplir su misión, un último gesto de amor al mundo".

Una relación familiar que trascendió el papado

A pesar de las responsabilidades papales, Francisco nunca permitió que su papel como líder de la Iglesia interfiriera en su relación con su familia. José Ignacio recordó cómo su tío, aunque sumido en sus deberes papales, siempre se mantenía cercano y presente. Era el tipo de persona que, a pesar de su cargo, seguía llamando a casa y, en ocasiones, empezaba sus conversaciones con un chiste. "Era auténtico y cercano", relató su sobrino.

Pero más allá de la cercanía familiar, Francisco también cumplió un rol fundamental como consejero. Su sobrino compartió cómo, en su juventud, el Papa fue firme con él cuando sus decisiones no eran las mejores, pero siempre con la intención de orientar y guiar.

El coraje fue una característica fundamental de la vida del Papa. Desde joven, enfrentó una afección pulmonar que no solo no lo debilitó, sino que lo fortaleció. Según su familia, su capacidad para enfrentar la adversidad fue clave tanto en su vida personal como en su papado. Además, la decisión que tomó de seguir su vocación religiosa en un contexto de represión política en Argentina marcó su camino.

Para José Ignacio, el legado de su tío se define por su visión del poder: "El verdadero poder es el servicio y es para servir, no servirse". Esa fue la esencia que el Papa siempre trató de transmitir a su familia, y ahora a todos los que lo conocieron.

A pesar de la partida de Francisco, su influencia continúa en las generaciones futuras. José Ignacio compartió que su familia acaba de recibir una noticia feliz: su esposa está esperando una niña. Aunque no pudo compartir la noticia con su tío antes de su partida, confía en que desde donde esté, el Papa lo sabe. "Espero poder transmitirle a mi hija las enseñanzas que él me dejó", expresó con emoción.