José Manuel Albares, ministro de Relaciones Exteriores de España, se reunió en Madrid con el embajador argentino, Roberto Bosch Estevez. Sin embargo, no se realizó el pedido de disculpas que el Gobierno español exigió.

El conflicto se desató luego de que el presidente Javier Milei hiciera alusión a las denuncias por corrupción contra la primera dama de España, Begoña Gómez. "Qué calaña de gente atornillada al poder. Aún cuando tenga la mujer corrupta, se ensucia y se toma cinco días para pensarlo", había afirmado el mandatario argentino durante su participación en la conferencia Europa Viva 24.

El gobierno que encabeza Pedro Sánchez realizó una declaración formal tras el discurso de Milei y dijo que "en caso de no producirse (la rectificación), tomaremos las medidas que creemos oportunas para defender nuestra soberanía". Además, Albares llamó a consulta a la embajadora española en Argentina, María Jesús Alonso Jiménez, quien ya viajó hacia territorio europeo, y citó al embajador argentino en Madrid para presentar una queja formal.

El presidente de España también explicitó su opinión sobre el conflicto. "Entre gobiernos, los afectos son libres, pero el respeto es irrenunciable. (Milei) no ha estado a la altura con sus declaraciones", afirmó.