Conflicto por el Presupuesto 2025: universidades, jubilaciones y provincias en la mira

El debate sobre el Presupuesto 2025 está generando crecientes tensiones en el Congreso, donde la oposición dialoguista presiona para que el ministro de Economía, Luis Caputo, asista a las reuniones. La falta de presencia de Caputo ha llevado a los legisladores a considerar la posibilidad de presentar un dictamen propio si el Gobierno no atiende sus reclamos. Entre los principales temas de discusión se encuentran los fondos para universidades, las jubilaciones y las transferencias a las provincias.

Diálogo y Desconfianza

En la Casa Rosada, los funcionarios han mantenido encuentros privados con bloques opositores, incluyendo a la UCR y el bloque federal de Miguel Angel Pichetto. A pesar de las reuniones, la oposición ha manifestado desconfianza hacia la propuesta de un encuentro privado con Caputo. En este contexto, el secretario de Hacienda, Carlos Guberman, se encargó de liderar los encuentros, mientras que otros referentes, como el presidente de la comisión de Presupuesto, José Luis Espert, expresaron la necesidad de un presupuesto más transparente.

Propuestas y Demandas de la Oposición

Durante las reuniones, Ricardo López Murphy criticó la falta de claridad en las proyecciones económicas del presupuesto, sugiriendo que los excedentes de recaudación deberían ser claramente destinados. Nicolás Massot, por su parte, insistió en la necesidad de recortar el gasto tributario para aumentar las partidas destinadas a educación y jubilaciones. La oposición también manifestó su preocupación por la derogación de la movilidad en las asignaciones familiares, lo que podría afectar a muchas familias.

Con el oficialismo aún en la etapa de recolección de inquietudes, los próximos días serán cruciales. Se espera que la discusión del Presupuesto continúe con la participación de otros funcionarios, como el secretario de Turismo, Daniel Scioli, y la secretaria de Niñez, Adolescencia y Familia, Yanina Nano Lembo. La complejidad de los temas abordados y la falta de consensos claros podrían complicar aún más el proceso legislativo.