El gobierno de Javier Milei anunció la salida de Argentina de la Organización Mundial de la Salud (OMS), una decisión que generó intensos debates en el ámbito sanitario y político. La medida se sustenta en diferencias con la gestión del organismo durante la pandemia de COVID-19 y busca otorgar mayor autonomía en las decisiones de salud pública. Sin embargo, especialistas advierten sobre las posibles consecuencias en el acceso a medicamentos y vacunas a precios reducidos.

¿Por qué Argentina se retira de la OMS?

El vocero presidencial, Manuel Adorni, fue el encargado de dar a conocer la noticia. "El presidente Javier Milei instruyó al canciller Gerardo Werthein para retirar a Argentina de la OMS. La misma se sustenta en las profundas diferencias respecto a la gestión sanitaria durante la pandemia, que junto al Gobierno de Alberto Fernández nos llevaron al encierro más grande de la humanidad", afirmó.

Según el Gobierno, esta decisión no implicará pérdida de fondos para el país y permitirá mayor flexibilidad en la implementación de políticas sanitarias. "Le da al país mayor disponibilidad de recursos y reafirma nuestro camino de soberanía también en materia de salud", agregó Adorni.

¿Cómo afecta la salida al precio de las vacunas?

Uno de los puntos más sensibles de esta decisión es el impacto en el acceso a vacunas y medicamentos a través de los Fondos Rotatorios Regionales (FRR) de la Organización Panamericana de la Salud (OPS). Este mecanismo permite a los países miembros adquirir insumos médicos a precios más bajos mediante compras conjuntas.

Desde el Ministerio de Salud de la Nación aseguraron que la salida de la OMS no afectará la compra de vacunas, ya que la OPS continuará operando con Argentina. "La compra de medicamentos, vacunas e insumos por esa vía va a seguir vigente", señalaron fuentes oficiales.

Sin embargo, expertos advierten sobre la posibilidad de que la desvinculación de la OMS complique la negociación de precios y el acceso a ciertos programas de cooperación internacional en salud.

La decisión del Gobierno fue cuestionada por figuras del ámbito sanitario y político. Adolfo Rubinstein, exministro de Salud, calificó la medida como "lamentable y profundamente equivocada", y advirtió que podría generar un impacto negativo en la participación del país en iniciativas globales de salud pública.

El ministro de Salud de la Ciudad de Buenos Aires, Fernán Quirós, también expresó su preocupación: "Más allá de la OMS, es fundamental contar con una institución de coordinación en materia sanitaria, especialmente en períodos de pandemia".

Por otro lado, especialistas como Ruben Torres, presidente de la Federación Latinoamericana de Hospitales, señalaron que si bien la salida de la OMS no implica automáticamente abandonar la OPS, sí podría afectar la cooperación internacional ante desastres naturales y crisis sanitarias.

¿Qué sigue ahora?

El proceso de salida de la OMS no puede realizarse de manera unilateral por decreto, ya que implica la desvinculación de un tratado internacional. Por lo tanto, el Congreso Nacional deberá intervenir para validar la decisión.

Mientras el Gobierno avanza en los informes técnicos sobre las implicancias de esta medida, el debate sobre la conveniencia de abandonar la OMS sigue abierto. La comunidad médica y científica sigue atenta a los próximos pasos y a las consecuencias que esta decisión podría traer para el sistema de salud argentino.