Viajar a Buenos Aires, 20 años atrás, sin celular o un modo de comunicarse con casa, para llegar a un evento que se publicaba en una revista de la época. Es lo que hacían los amantes del anime en los principios del 2000 para compartir con personas con los mismos gustos.

"La gente que consumía este tipo de productos siempre fue vista como nerd o como una rata de laboratorio", marcó Taddeo Salado, empleado de Legión Comics, sobre cómo se juzgaban a los otakus o consumidores del mundo geek. Además, planteó que el efecto que tuvieron series como Big Bang Theory o las películas de Marvel fue de una nueva explosión cultural.

La gente que consumía este tipo de productos siempre fue vista como nerd o como una rata de laboratorio

En la misma sintonía, Rodrigo Jiménez, dueño del local Japan World Toys y organizador del Mundo Anime en la provincia, profundizó sobre su propia experiencia en el entorno. "Cuando tenía 13, 14, 15 años con dos vecinos veíamos anime, pero no nos animábamos a juntarnos. Eras como el raro, entonces, no lo compartíamos", comentó.

Hoy en Tucumán, las camisetas con personajes de anime se pueden ver puestas en los maniquíes de las vidrieras del centro, también siendo usadas por personas que transitan por la peatonal. Gustos que en un principio eran de nicho y muy sesgados, gracias a las nuevas tecnologías se fueron ampliando, gracias a las redes sociales pueden ser compartidos y gracias a una comunidad no deben ser ocultados. 

Cuando tenía 13, 14, 15 años con dos vecinos veíamos anime, pero no nos animábamos a juntarnos

Un mundo que se miraba de reojo, hoy es de los que más puertas abre. "Los eventos han servido como espacio de contención y creo que lo siguen siendo para los chicos que tienen alguna discapacidad o algunos problemas", expresó Rodrigo.

"Cuando vas a un evento y ves que explota, no te quedan dudas de que esto está bueno", compartió Taddeo. Sumándose a la postura de su colega, marcando una especial importancia para aquellos casos que no pueden decidir si entrar en este nuevo mundo.

De hecho muchos se suman, no por nada estos eventos son cada vez más concurridos. Sin ir más lejos, este 23 de julio se hará un concierto de canciones de anime en el teatro Alberdi por la banda Blancas y Negras, además del conocido "Mundo Anime", que es en sí mismo una prueba de su avance en Tucumán. Hace casi diez años se realizaba en el Centro Cultural Leticia y, el año pasado, con un público de aproximadamente 12.000 personas, se hizo en la Sociedad Rural.

Además, el crecimiento del mundo anime no solo trajo bajo el brazo el consumo de la animación. Comida de Asia, música del otro lado del mundo y todo un consumo cultural no tardó en llegar. "No tienen nada que ver Netflix, por ejemplo, en el ramen. Pero la gente ahora está enloquecida por comprar ramen", relacionó Taddeo el uso de las nuevas plataformas de streaming con el consumismo del mundo oriental.

El globalismo alcanzado estos últimos años por las pantallas y el uso del internet destituyó a aquellas revistas con las que un otaku, o simplemente un fanático de cualquier tema de nicho, se informaba. Ya no son revistas, pero sí distintas páginas web unen a la comunidad, una comunidad que tira esas mismas páginas por el tráfico de gente que lleva al momento del estreno de un capítulo esperado.

Años pasan y, ¿algunos prejuicios siguen siendo los mismos? Sí, a muchos padres no les gustan ciertos dibujos para sus hijos. También sucede que por el simple hecho de ser dibujos son para niños pequeños. Sin embargo, una historia bien contada es interesante para cualquier lector o espectador que desea pasar un rato para disfrutar, coincidieron los referentes de la provincia.

"Por lo general si algo explota es porque está bueno", sentenció el colaborador del negocio ubicado en la calle San Juan. Sin dejar pasar que en Tucumán todo el movimiento es relativamente nuevo o, por lo menos, comenzó hace menos de diez años. Crece poco a poco y no solo aquí sino a nivel mundial.