La madrugada del martes, la estructura trasera del Apart Hotel Dubrovnik, en pleno centro de Villa Gesell, colapsó mientras dormían al menos siete personas, de las cuales una falleció y tres siguen desaparecidas. La víctima fatal, Federico César Ciocchini, de 84 años, fue encontrado sin vida horas después del desplome, mientras que su esposa, María Josefa Bonazza, fue rescatada y se encuentra en estado crítico en un hospital de Mar del Plata. Los rescatistas siguen trabajando en el lugar, utilizando grúas, drones y perros especializados.

Causas del derrumbe y el avance de la investigación

El edificio de 10 pisos, ubicado en la Avenida 1, estaba en medio de obras sin la autorización del municipio. Según informó la fiscal Verónica Zamboni, quien dirige la causa, las autoridades de Villa Gesell habían advertido a los dueños del hotel para que cesaran las modificaciones estructurales, que incluían cambios de duchas, baños y pisos. Los responsables no acataron la advertencia y procedieron con trabajos sin las habilitaciones requeridas, lo que ha llevado a la detención de un capataz y tres albañiles. "Es pronto para tener una hipótesis, pero uno podría inferir que hubo una pérdida de estabilidad del conjunto estructural", explicó el director de inspecciones, Nicolás Valdez.

Además de estos operarios, dos arquitectos vinculados a la obra están siendo investigados por estrago culposo, delito que prevé sanciones de prisión por negligencia en la seguridad de estructuras. 

"La Municipalidad de Villa Gesell, a través de la Dirección de Edificios Privados, paralizó estos trabajos que se estaban realizando sin autorización el pasado 20 de agosto", señalaron autoridades locales.

Testimonios y detalles del operativo de rescate

Los familiares de los desaparecidos siguen la situación de cerca. La madre de uno de ellos, Nahuel, expresó a la prensa su dolor e impotencia por las dificultades del rescate: "Quiero sacar a mi hijo, quiero sacar a mi flaco de ahí", sostuvo entre lágrimas.

El operativo continúa, y las autoridades desplegaron 10 torres de iluminación, una grúa de gran tamaño y drones con cámaras térmicas para mejorar la visibilidad y precisión en la localización de los desaparecidos. El ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, Javier Alonso, destacó la importancia de estos avances tecnológicos y apeló a la esperanza: "La experiencia nos muestra que hubo personas que sobrevivieron hasta una semana, y nosotros nos tenemos que aferrar a esa esperanza", declaró.

Mientras tanto, los brigadistas siguen realizando llamadas a los celulares de las personas desaparecidas, con la esperanza de que el sonido guíe sus búsquedas.