El caso de José Alperovich, exgobernador de Tucumán, volvió a cobrar relevancia tras la revelación de los brutales abusos sexuales que habría cometido contra su sobrina. 

Según la acusación, los hechos se produjeron en una casa ubicada en la calle Los Tarcos, en la localidad de El Corte, durante dos incidentes ocurridos en marzo de 2018.

En junio pasado, Alperovich recibió 16 años de prisión como responsable de tres hechos de abuso sexual simple y seis hechos de abuso sexual agravado por haber sido cometidos con acceso carnal.

Primer Hecho

El primer incidente, que se habría registrado el 19 de marzo de 2018, comenzó cuando Alperovich llevó a la víctima a su domicilio en su vehículo, mientras su personal de seguridad lo seguía en otro auto. Una vez en la casa, su sobrina fue presentada a Manuel Frías, el cocinero de Alperovich, quien le mostró el lugar y le pidió que se encargara de prepararlo para su comodidad.

Poco después, alrededor de las 17:00 horas, Alperovich y M.F.L. se encontraron solos en un sillón. En ese momento, el exgobernador se acercó a la joven y la tocó de manera inapropiada, obligándola a que también lo tocara. Posteriormente, la llevó a una de las habitaciones, donde, según la acusación, la penetró.

Segundo Hecho

El segundo episodio de abuso tuvo lugar el 26 de marzo de 2018, nuevamente en la misma casa. Tras participar en actividades de campaña política, Alperovich y M.F.L. regresaron a la vivienda. Mientras ambos estaban sentados en el sillón, Alperovich forzó a la víctima a entrar a una habitación, donde ocurrió otro abuso. M.F.L. intentó en repetidas ocasiones que el acusado detuviera su conducta, pero sus súplicas fueron ignoradas.

Como resultado de la violencia sufrida, la víctima presentó lesiones evidentes, incluyendo pérdida de sangre que fue detectada en las sábanas y en la mano del acusado. 

M.F.L. también relató que el exgobernador le profería comentarios denigrantes, como "hace tal cosa o ya sabes lo que te va a pasar" y "mira lo flaca que estás, vení que te doy amor". 

Estas agresiones no solo afectaron su integridad física, sino que también le provocaron un grave deterioro psicológico.

El sufrimiento de M.F.L. llegó a tal punto que decidió renunciar a su trabajo el 24 de mayo de 2019, ocasión en la que expresó a Alperovich que su decisión se debía a los abusos sufridos.