Terapia, ropa y salidas: a qué destinan el sueldo los jóvenes universitarios
En medio de la crisis económica, quedarse solo a estudiar no es opción y los jóvenes salen a hacer su propia plata.
Cada vez son más los jóvenes que estudian y trabajan. La crisis económica, política y social ataca a la Argentina más en profundidad que a otros países.
Un sueldo mínimo en mayo 2024 en Argentina es de $234.315,12, lo que equivale a US$196 y la canasta básica familiar en mayo 2024 es de $813.431. Estos datos marcan la cifra que desencadena la gran problemática social del país. Frente a esto, los universitarios deciden no solo agarrar los libros, sino también agarrar la famosa "pala".
Pero entonces, en el caso de quiénes trabajan y estudian, ¿a donde va ese dinero? ¿gastos propios o colaboran con gastos del hogar?
Las voces de los jóvenes
Enterate preguntó sobre este tema a diferentes jóvenes tucumanos. La mayoría de las respuestas fueron claras: el sueldo va destinado a solventar gastos propios, como apuntes/fotocopias de la facultad, salidas, ropa, actividades de esparcimiento y hasta pagar sesiones de terapia psicológica.
Aunque, si bien cubren gastos propios, mantenerse a sí mismos con un sueldo menor a los $300.000 es prácticamente imposible en este contexto socioeconómico, en el que la canasta básica supera los $800.000 y el precio de un alquiler va desde los $120.000.
Uno de los consultados es Lucio Arias un joven de 21 años y estudiante de Ciencias Económicas en la UNT. Comenzó a trabajar como mozo/runner los fines de semana en diferentes bares de Tucumán desde las 19:00 hasta las 07:00 h.
Sobre eso, contó: "Elegí ese rubro más que nada por facilidad horaria con la facultad, ya que trabajar días de semana es más complicado para estudiar y trabajar. Además, es lo más accesible para una persona que no cuenta con un currículum extenso".
Antes de comenzar a trabajar, Lucio explicó que se manejaba diariamente con la plata que le daba su papá, que si bien no era mucho, podía administrar la plata durante tres semanas. Frente a la crisis económica, expresó: "No me quedó otra opción que buscar un ingreso extra para llegar a fin de mes".
Por último, aseguró que a pesar de trabajar y estudiar, no podría mantenerse solo sin la ayuda económica de sus padres.
Otra estudiante de la carrera de derecho en la UNT, que prefirió no dar su nombre, vive una situación distinta. Puede estudiar sin la necesidad de trabajar ya que el sustento económico de su familia es bueno y le permite tener esa "tranquilidad".
En esa línea, indicó: "No trabajo porque tengo la posibilidad de que me banque mi vieja. Cuando tuve que hacerlo y aportar en mi casa, colaboraba con la comida. Ahora está todo muy complicado, las cosas aumentaron demasiado".
Pero, hay un caso especial que refleja la importancia de la independencia económica para tener la posibilidad de por ejemplo, acceder a una terapia psicológica. Julieta Rivera es una joven de 26 años estudiante de Cine en la UNT.
Juli trabaja como audiovisualista y fotógrafa, además de hacer trabajos freelance. La sesión semanal cuesta $9.000, sumado al gasto de traslados en uber o colectivos. En solo este gasto, se hace una suma de $36.000 más el transporte.
La joven fotógrafa explicó: "Hice muchos años terapia, llegó un momento en el que dejé y ahora quiero retomar para aprender herramientas para atravesar un duelo".
Además de este gasto puntual, Juli contó que a veces compra comida en su casa: "A veces caigo con pizzas, llevo el postre o algo rico para compartir, pero lo principal son mis gastos: ropa, salidas, la terapia, etc".
Estas versiones, reflejan la voz general de la juventud en Tucumán. Se llega a la conclusión de que los jovenes que estudian y trabajan lo hacen para mantener sus gastos personales, eso quiere decir que logran quitar un peso de encima a los padres. Entonces, la ayuda económica a las familias en este contexto, viene de la mano con la independencia de, al menos, no depender en un 100% de los padres.