El Banco Central cierra 2024 con reservas netas negativas de USD10.000 millones
A pesar de la compra de más de USD21.000 millones desde la llegada de Milei a la Casa Rosada, el BCRA enfrentó un déficit de reservas netas debido a pagos de deuda y compras del Tesoro. Este indicador clave es fundamental en la negociación con el FMI.
El Banco Central de la República Argentina (BCRA) culmina el año 2024 con un panorama financiero preocupante: sus reservas netas se encuentran en territorio negativo, alcanzando los USD10.000 millones. Esta cifra representa una clara dificultad para la autoridad monetaria en su capacidad de intervención directa en el mercado cambiario, un indicador clave que influye directamente en la negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Desde la asunción de Javier Milei como presidente, el BCRA logró adquirir más de USD21.000 millones, un incremento significativo en sus reservas brutas. Sin embargo, el saldo neto de las reservas, que refleja el poder de fuego disponible para el Central, apenas creció en términos positivos, registrando un aumento neto de solo USD11.000 millones. De esta forma, las reservas netas al cierre de noviembre de 2024 se mantenían cerca de los USD9.500 millones negativos, y al 19 de diciembre, estimaciones privadas señalan un déficit de alrededor de USD10.489 millones.
Factores que afectan las reservas netas
La principal razón de esta caída en las reservas netas se debe a los pagos de deuda realizados por el Tesoro, que ascendieron a unos USD3.500 millones en lo que va de 2024. Además, el Ministerio de Economía continuó adquiriendo divisas al BCRA para hacer frente a vencimientos de bonos de corto plazo, como los Bonares y Globales, lo que restó reservas netas. De acuerdo con las consultoras, entre el 16 y el 19 de diciembre, el Tesoro adquirió USD1.930 millones al BCRA, lo que incrementó los depósitos del gobierno en la entidad monetaria a USD5.698 millones.
Este dinero se utilizará para cubrir los pagos de intereses de bonos previstos para enero de 2025. Sin embargo, a pesar de estos movimientos, las reservas netas continúan siendo negativas, una situación que agrava la vulnerabilidad de la economía ante posibles choques externos.
El impacto en las negociaciones con el FMI
Las reservas netas se convirtieron en un tema crucial dentro del acuerdo con el FMI, ya que el organismo internacional considera este indicador como uno de los principales para evaluar la estabilidad económica de Argentina. Según el programa acordado, el gobierno argentino debía alcanzar una meta de USD7.000 millones en reservas adicionales durante 2023, lo que habría reducido el déficit a aproximadamente USD4.200 millones para fin de año.
No obstante, el incumplimiento de esta meta podría generar tensiones con el FMI. La meta de reservas para el tercer trimestre de 2024 no se cumplió, ya que se esperaba un aumento de USD8.700 millones, lo que llevó a especulaciones sobre si el gobierno argentino solicitaría un waiver, o perdón, por el incumplimiento. La portavoz del FMI, Julie Kozack, sugirió que Argentina podría negociar un nuevo programa de apoyo sin completar todas las revisiones pendientes del acuerdo anterior.
La venta de reservas por parte del BCRA
A lo largo de diciembre, el BCRA también enfrentó una fuerte demanda de divisas por parte de importadores, sumado a las típicas operaciones de fin de año, lo que resultó en la venta de USD599 millones en una sola jornada el 21 de diciembre. Este fue el mayor desprendimiento de reservas desde octubre de 2019, un reflejo de la creciente presión sobre las reservas líquidas, que en noviembre se ubicaban en USD13.237 millones, y en estimaciones de diciembre alcanzarían los USD15.504 millones.
Aunque las reservas líquidas son una fuente de capacidad de intervención más inmediata, la persistente caída de las reservas netas refleja la fragilidad del sistema económico argentino y sus desafíos en la gestión de la deuda externa y las expectativas del mercado cambiario.
Qué se espera para 2025
Las proyecciones para el primer trimestre de 2025 no son optimistas. Se estima que, además de los pagos de deuda programados para enero, la situación de las reservas netas podría seguir siendo crítica, afectando la capacidad del BCRA para hacer frente a nuevas presiones cambiarias. El cumplimiento de las metas de reservas será uno de los puntos clave en la evaluación del FMI y en la negociación de un nuevo acuerdo, que podría reconfigurar el futuro económico de Argentina.