El BCRA obtuvo el mayor saldo negativo en sus reservas en la era Milei

El Banco Central de la República Argentina (BCRA) vendió este viernes U$D 238 millones en el mercado de cambios, marcando el mayor saldo negativo desde que Javier Milei asumió la presidencia. La operación, que coincidió con el último día del mes y la antesala de un feriado en Estados Unidos, se realizó para cubrir una demanda creciente de divisas, lo que llevó a un fuerte volumen operado de U$D 535,7 millones en el mercado mayorista.

A pesar de esta significativa venta, agosto cerró con un saldo neto comprador de U$D 381 millones, poniendo fin a dos meses consecutivos de ventas netas en junio y julio. Según fuentes del BCRA, la operación también estuvo influenciada por el pago de deuda de la Provincia de Buenos Aires y ajustes contables de fin de mes relacionados con la Posición Global Neta en Moneda Extranjera de los bancos.

Las reservas internacionales del país, sin embargo, sufrieron una caída de U$D 1.049 millones en el día, cerrando en U$D 26.717 millones. Este descenso se suma a una pérdida de U$D 1.128 millones durante la semana, aunque en el balance de agosto se registró un incremento de U$D 318 millones.

Desde el inicio de la administración Milei, el Banco Central acumuló compras netas en el mercado de cambios por un total de U$D 17.350 millones, lo que permitió un aumento en el stock de reservas internacionales en U$D 5.508 millones, un 26% más desde diciembre de 2023.

En el marco del nuevo esquema monetario anunciado en julio, el BCRA mantuvo una absorción neta de $82.670 millones a través de su intervención cambiaria, con el objetivo de cumplir con el compromiso de "emisión cero" al que se adhirió el Gobierno. 

Esta estrategia incluye la eventual reventa de divisas en el mercado de valores a través del "contado con liqui" y la esterilización de pesos emitidos por la compra de reservas en el MLC desde abril, un total de $2,4 billones.

Por otro lado, expertos advierten que, aunque una baja del tipo de cambio nominal podría tener un efecto desinflacionario, su impacto en los precios mayoristas, especialmente en productos con componentes importados, es difícil de prever. Además, se observa con atención el potencial blanqueo de capitales, que podría liberar significativas cantidades de dólares retenidos en el sistema financiero nacional, lo que sería clave para afrontar los pagos de bonos previstos para 2025.