"Los primeros casos que detectamos de consumo de drogas y alcohol en niños fue en 2019 hasta ese año la edad de inicio de consumo en Tucumán era 14 y 15 años, esa edad bajó y sobre todo luego de la pandemia. La edad de inicio al consumo pasó de 14 y 15 años a 10 y 11 años".

FALTA DE ESTADÍSTICAS

Según mencionó el especialista, el problema en Tucumán es la poca estadística y fragmentación de datos. "Nosotros solo tenemos datos de los barrios más vulnerables donde uno realiza el trabajo territorial que se hace desde el área de Desarrollo Social", especificó.

El director nos comentó que las adicciones en niños y adolescentes se empezaron a ver como una práctica social instalada que inició en 2019 en las zonas en las que trabajaban. "Los datos que nos llegan no son sistematizados. El problema que hay que subsanar desde el Estado es el abordaje fragmentado que hay de las políticas públicas, tenemos lugares donde se trabaja en adicciones, se desintoxica, se estabiliza, sale del hospital y no lo volvemos a ver hasta la próxima intoxicación. No hay trazabilidad de los casos", sentenció ante la problemática. Además, Mustafá dijo que lo ideal sería que si hay intoxicación la persona pueda contactar con el caps más cercano o cualquiera de los CEPLA y darle continuidad al tratamiento como una política estratégica. 

INVISIBILIZACIÓN DE LAS ADICCIONES

El especialista en adicciones manifestó a Enterate Noticias: "Las adicciones estuvieron mucho tiempo invisibilizadas, entonces las estadísticas son a construir".

Por otro lado, comentó un juego recurrente que comenzaron a ver en los barrios vulnerables y disparó su atención: "Nos empezamos a dar cuenta del consumo en chicos más pequeños por los juegos que realizaban en los merenderos. Antes de que esté la merienda, jugaban al ´drogao´, donde un niño fingía ser una persona que consumió estupefacientes y todos los otros niños le gritaban ´drogao´, ´drogao´, ´drogao´ mientras le pegaban". Esto lo toman del contexto donde se desenvuelven y desde sus mismos vínculos familiares.

"En algunos merenderos y escuelas, comenzamos a ver casos de niños de 10 y 11 años con consumo de alcohol, psicofármaco, alprazolam, rivotril. Inician consumiendo estas drogas con el famoso "jugo loco" donde se compran una bebida azucarada a la que le ponen pastillas. Ven al consumo como una forma de inclusión", indicó el especialista.

Según Mustafá, es importante investigar el entorno social, debido a que el narcomenudeo está presente en la provincia de Tucumán y en las comunidades, sobre todo las más vulnerables, "hay una proceso de legitimación simbólica del rol del transa en los barrios porque es a la vez prestamista, manda mercadería a los merenderos, el que organiza el día del niño, etc".

CENTROS DE ATENCIÓN

"Nosotros queremos que el Estado sea el lugar de referencia y no el transa. Hay 6 Centros de Atención Primaria en Adicciones (CEPLA) en la provincia que son lugares de referencia comunitaria, y cuenta con un equipo interdisciplinario conformado por psicólogos, trabajadores sociales, técnicos y operadores", destacó. Principalmente el CEPLA ubicado en La Costanera es un espacio destinado a la prevención del consumo problemático de sustancias a través del cuidado y la contención en la niñez.

Este viernes, se inauguró CREAR, el nuevo Centro de Referencia en Adicciones sin Sustancias del Ministerio de Desarrollo Social que estará ubicado en Juan José Passo 365 - Villa Luján. Este centro estará especializado en ludopatía en menores.