El gimnasta olímpico Federico Molinari es investigado por acosar a una menor de edad: los chats incluidos en la causa
El deportista fue denunciado por una ex alumna de la escuela donde trabaja. La acusación es por captación de menores de edad por medios tecnológicos con fines sexuales. Este delito comprende una pena de hasta cuatro años de prisión.
En un pasado no muy lejano fue el gimnasta más conocido en el país. Por su trayectoria ganó 5 veces el premio Olimpia, una medalla en los Juegos Panamericanos y, en un hecho histórico para nuestro deporte, fue finalista en un Juego Olímpico. Luego hizo su paso por la televisión argentina: participó en Bailando por un Sueño y en el programa Combate, emitido por Canal 9. Sin embargo, en estos momentos, Federico Molinari volvió a ser nombrado por una situacion de extrema gravedad: la denuncia de una ex alumna, menor de edad, en la que acusa al gimnasta de contactarla por redes sociales para fines sexuales.
El caso no es actual, tomó relevancia el año pasado. El atleta negó las acusaciones pero la justicia consideró que había pruebas suficientes para avanzar en la causa. Hoy, fue llamado a indagatoria, que es el primer acto de defensa que se le da al acusado cuando un fiscal supone que existen motivos necesarios para la denuncia. Molinari sigue trabajando en la escuela y asistiendo a todos los eventos de la Federación Bonaerense de Gimnasia. Sin embargo, el deportista había renunciado cuando saltó el escándalo.
Según la denuncia el hecho se concreta en 2021 cuando Molinari empezó a escribirle chats subidos de tono a una alumna de 16 años identificada como M.B. La madre de la adolescente afirmó que esta situación duró todo un año hasta que ella intervino. Los chats que están en manos de la justicia parecen tener una fuerte carga probatoria. Todos los chats se establecen en la plataforma Instagram. El atleta utilizaba un lenguaje totalmente inapropiado al punto tal que pedía a la alumna que pasara a modo efímero (chats que se borran tras la conversación) porque sino "estaba al horno"
Los chats se iniciaron el 20 de febrero de 2021 y finalizaron recién en enero de 2022, cuando ella lo encaró y él presuntamente le ofreció beneficios para que no saliera a la luz. La madre de la víctima afirmó:
Todo empezó en el verano de 2021. Cuando tenía que retomar el entrenamiento, mi hija me dijo que no quería. En ese momento le pregunté por qué, pero ella no quiso decirme. Volvió un mes después a las prácticas. Ni bien lo hizo, pasaron determinadas cosas y se desencadenó todo. Mi hija habló con su psicólogo, él le dijo que me contara la verdad y yo lo que hice fue encarar a Molinari, que lo único que quería era que su mujer no se enterara de nada y me ofrecía alternativas para que mi hija siguiera en la actividad. Y en vez de eso fue tratada peor, hasta quisieron bajarla de la competencia nacional. Yo le envié los chats a Paula (también entrenadora) para que supiera lo que estaba haciendo su esposo con mi hija y aún así prefirió mantenerse callada. Hablé todo con el psicólogo y decidí hacer la denuncia en la Confederación Argentina de Gimnasia primero y en la Justicia después. Yo no quería que esto saliera a la luz porque ya bastante tiene mi hija con lo que vivió. Pero entendí que había que denunciar porque esto no puede pasarle ni a mi hija ni a nadie más. Por eso denuncié: hice lo que una madre tiene que hacer