El Gobierno publicó el veto total del aumento de las jubilaciones

 El presidente Javier Milei firmó un decreto que veta por completo el aumento en las jubilaciones aprobado recientemente por el Congreso. Este veto, emitido la noche del viernes y publicado esta madrugada en el Boletín Oficial bajo el decreto 782/24, argumenta que la reforma es "manifiestamente violatoria del marco jurídico vigente", ya que no considera el impacto fiscal ni establece cómo se financiará el incremento.

La reforma, que proponía elevar el haber mínimo y modificar la fórmula para calcular los ingresos de los jubilados, había sido sancionada por una amplia mayoría en ambas Cámaras del Congreso. Sin embargo, el Gobierno señaló que la ley generaría un gasto adicional de aproximadamente seis billones de pesos para el año 2024, cifra que se elevaría a quince billones para 2025. Estos montos equivalen al 1,02% y al 1,64% del Producto Bruto Interno (PBI) estimado para los respectivos años, lo que dificultaría el cumplimiento de las metas fiscales del Gobierno.

El decreto destaca que la ley de Administración Financiera exige que cualquier ley que autorice gastos imprevistos especifique las fuentes de financiamiento. El veto, por tanto, subraya que la reforma sancionada no cumple con esta exigencia, y su implementación pondría en riesgo la sostenibilidad de las finanzas públicas, obligando al Estado a buscar financiamiento adicional, ya sea a través de deuda pública o aumento de impuestos.

El artículo 1 del decreto establece el rechazo total del proyecto de ley N° 27.756, mientras que el artículo 2 ordena su retorno al Congreso para que se decida si se acepta o se rechaza el veto.

Javier Milei, tras una reunión en la Casa Rosada con los líderes de los bloques de diputados dialoguistas, ha obtenido el respaldo necesario para defender el veto en el Congreso. Durante la reunión, el presidente detalló los motivos del rechazo y buscó asegurar los dos tercios de apoyo necesarios para evitar que la oposición pueda restablecer la ley. Sin embargo, el Congreso todavía tiene la opción de insistir en la reforma si logra reunir los dos tercios requeridos en ambas Cámaras, a pesar de las disputas internas y la necesidad de negociar con distintos bloques.