El intendente de 9 de Julio aseguró que se hicieron mal algunas cosas durante la búsqueda de Loan

En el marco de la desaparición de Loan Peña, que hoy cumple dos meses, el intendente de la localidad correntina de 9 de Julio, Sebastián Ynsaurralde, reconoció públicamente que durante la búsqueda "hubo cosas que no se hicieron bien". 

Tras declarar ante la jueza Cristina Pozzer Penzo, Ynsaurralde cuestionó el accionar de los efectivos que participaron en la investigación, especialmente en el campo de la abuela de Loan, Catalina.

"El Gobierno me dio la ayuda para la logística, que fue la comida al personal policial, baños químicos y la limpieza. Todo lo que fueron en esas semanas de búsqueda del movimiento impresionante de las fuerzas", explicó Ynsaurralde. Además, detalló que su responsabilidad se limitó a la organización logística: "Me encargué de la logística para que las fuerzas pudieran hacer su mejor trabajo".

Ynsaurralde también se refirió al manejo del caso en sus primeras etapas, sugiriendo que se cometieron errores clave: "Evidentemente, hay cosas que corregir, que se hicieron no tan bien. Hay protocolos que se deberían haber seguido, y las cosas que no se hacen correctamente cuestan mucho retomarlas". Entre las fallas que mencionó, subrayó que se debió haber aislado a las personas que estuvieron presentes en el almuerzo donde se vio por última vez a Loan, y se debió haber intervenido sus teléfonos de inmediato.

La declaración de la abuela de Loan, Catalina, ante la jueza Pozzer Penzo, también arrojó nueva luz sobre el caso, revelando una posible disputa familiar por las tierras de la localidad. La mujer confesó que transfirió la titularidad de sus tierras a un vecino, Gerónimo Ibarrola, por temor a que sus hijos se las quitaran. Este detalle, junto con las tensiones familiares, ha complicado aún más la investigación.

Por su parte, la desaparición de Loan destapó conflictos profundos dentro de la familia Peña. José Peña, padre del niño, sugirió que una disputa por las tierras de su madre podría estar detrás del caso. Además, la investigación puso en el centro de la controversia a los hermanos de Loan, Mariano y Cristian, quienes recibieron entre $150 y $170 millones en donaciones poco después de la desaparición del menor. La familia insiste en que estos fondos estaban destinados a financiar la búsqueda del niño y a establecer una fundación en apoyo a otras familias en situaciones similares.