El lago San Miguel, entre la nostalgia y su recuperación
La Municipalidad de San Miguel de Tucumán se encuentra realizando tareas de mantenimiento, mientras avanza con un plan integral para recuperar su "brillo".
Hace más de dos décadas que el lago San Miguel, ubicado en el parque 9 de Julio, da más dolores de cabeza que alegrías. Pasó por filtraciones, sequías y drenajes. Los tucumanos lo disfrutaron, lo extrañaron, lo ensuciaron y se bañaron en él. Los políticos lo intentaron restaurar una y otra vez: que se tenía que hacer un acuario, que se debía licitar la confitería, que lo mejor era demolerla, que había que limpiarlo, y muchas otras propuestas que se perdieron en el mundo de las intenciones. Hoy, la Municipalidad de San Miguel de Tucumán busca ponerle punto y aparte a esta historia.
Del esplendor al abandono
La excavación del lago San Miguel comenzó en 1960 y se inauguró formalmente el 26 de febrero de 1961. En ese entonces, el gobernador era Celestino Gelsi, un radical recordado por su amplio legado en materia de obra pública: al ya mencionado lago se le suma la obra del dique en El Cadillal, el edificio de La Maternidad y muchas de las rutas actuales.
El lago se ubicó en un parque que nació mutilado: el 9 de Julio nunca fue lo que se suponía que debía ser. De sus 400 hectáreas originales solo se hicieron la mitad, 200. Esa mitad hoy es mucho menos que antes: edificios, calles y clubes redujeron poco a poco el espacio verde original.Ya a fines de los ‘80 comenzaron los problemas: el lago presentó sus primeros problemas de filtraciones y tuvo que ser vaciado. Ocho años de sequía marcaron sus años venideros, hasta su llenado a fines de los ‘90. Para ese entonces, la famosa Confitería, que había sido inaugurada el mismo año que el lago, ya estaba abandonada. Como sus licitaciones no prosperaron, el emblemático edificio fue demolido en enero de 2008.
Poco a poco, el esplendor del lago desapareció. En 2013 fue desagotado nuevamente para trabajar en sus sedimentos. En 2020, la entonces directora de Espacios Verdes, Valeria Amaya, ya hablaba de nuevas filtraciones y del problema de algas que generaba el bajo caudal del agua. Su última jerarquización se realizó en 2022, cuando se limpió de forma integral y se impermeabilizaron los bancos y el cantero principal.
El parque y el lago, objetivos de la gestión de Chahla
El parque 9 de Julio es una de las prioridades de la gestión de Rossana Chahla. Prueba de ello es la creación de una dirección específica para gestionar el "pulmón verde" de la ciudad, creada en febrero de este año.
En su cuenta de Instagram, la Municipalidad anunció el inicio de trabajos para "recuperar el brillo y el esplendor" del lago. "La recuperación del lago San Miguel está en marcha", celebraron.
Sin embargo, el plan estratégico para su restauración integral aún está en la etapa de diagnóstico. "El tema más sensible es potenciar la población tanto vegetal como animal del ecosistema del lago, eso lo estamos evaluando con la Facultad de Ciencias Biológicas de la UNT y con la Fundación Miguel Lillo", precisó al respecto el secretario de Servicios Públicos de la Municipalidad, Luciano Chincarini.
En diálogo con ENTERATE, Chincarini detalló que la recuperación del lago se realizará en el marco de la Emergencia Ambiental declarada por el Concejo Deliberante de la capital el 30 de enero de este año y que se inscribirá dentro de un plan rector propuesto por Carlos Thays, bisnieto de Charles Tayles, el paisajista que diseñó el parque 9 de Julio. El objetivo es avanzar con los trabajos antes de la época estival, para evitar las complicaciones que generarían las tormentas.
La preservación y potenciación del ecosistema es uno de los principales desafíos. Por ejemplo, el 65% de la superficie del lago se encuentra cubierto por algas. "Este tipo de algas se reproducen cuando el agua no tiene oxígeno. Haciendo un manejo adecuado de la oxigenación del agua, automáticamente van a dejar de proliferar", contó el secretario.
La Confitería, otro emblema a recuperar
"Queremos una ciudad distinta y esa confitería va a volver con el esplendor de otra época, pero integrada a la nueva conciencia ambiental que tiene esta ciudad", afirmó Chincarini al ser consultado por el proyecto para recuperar el edificio.
Según sus declaraciones, el objetivo es reconstruirla respetando su línea estética original, pero asegurando una explotación "cuidadosa y sustentable". "No queremos emprendimientos económicos que no sean respetuosos con el medio ambiente", es la condición que exigen desde la Municipalidad.
En principio, la intención de la gestión actual es realizar un llamado a licitación pública para la reconstrucción del edificio, para luego proceder a su explotación por parte de empresas privadas.
El cuidado ciudadano
Más allá de las tareas de mantenimiento y de las responsabilidades políticas, el rol de los ciudadanos en la preservación del medio ambiente y de lugares emblemáticos de la ciudad es algo que se viene destacando desde hace muchas gestiones. En el caso del lago San Miguel, las desobediencias de las personas que asisten al lugar estuvieron presentes a lo largo de los últimos años. En un momento, el principal problema eran quienes decidían bañarse en el espejo de agua, arriesgando su vida. Hoy, es la basura.
"Estamos los días viernes, sábado y domingo con un cuerpo de 60 promotores que recorren el lago, limpian la zona y concientizan a los tucumanos que se encuentran allí", ponderó Chincarini. Además, hizo un llamado a la ciudadanía general para cuidar la ciudad. El pedido no es casualidad, el miércoles se levantaron 15 toneladas de basura en la zona.
De esta forma, en caso de cumplirse los plazos propuestos, en un año los tucumanos podrían volver a disfrutar de lo que alguna vez supo ser uno de los principales atractivos de la provincia.