El papa Francisco mostró signos positivos de recuperación luego de pasar otra noche estable en el Hospital Gemelli de Roma, donde permanece internado desde el 14 de febrero debido a una neumonía en ambos pulmones. Según el último comunicado de la Santa Sede, su estado de salud continúa mejorando, aunque los médicos mantienen un enfoque de prudencia.

Monitoreo constante y tratamiento intensivo

A pesar de la evolución favorable, el equipo médico del pontífice sigue monitoreando de cerca su estado. El tratamiento incluye oxígeno de alto flujo durante el día mediante cánulas nasales y ventilación asistida por las noches, con el objetivo de garantizar una adecuada oxigenación y prevenir complicaciones respiratorias.

Desde el Vaticano informaron que la situación es estable, con una leve mejoría consolidada en los últimos días. Sin embargo, aún no hay una fecha definida para su regreso al Vaticano, lo que genera incertidumbre sobre su participación en las ceremonias de Semana Santa, previstas entre el 13 y el 20 de abril.

Sin peligro inmediato, pero con precauciones

El último parte oficial, emitido el lunes, indicó que el papa ya no está en riesgo inmediato, lo que alivió las preocupaciones en torno a su estado de salud. A pesar de las mejoras, los especialistas adoptan una postura cautelosa y no han autorizado el alta médica para evitar posibles recaídas.

Mientras permanece en el hospital, Francisco ha reducido significativamente su agenda pública, aunque continúa con algunas de sus tareas diarias. El Vaticano reafirmó su compromiso de ofrecer información precisa y aclaró que cualquier cambio relevante en su evolución será comunicado oficialmente.

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