El papa Francisco se reunirá con un funcionario de Milei: un gesto de distensión tras las críticas por el gas pimienta

 Nahuel Sotelo llegó a Roma el martes, con una agenda que incluye actividades tanto en el ámbito vaticano como en la política italiana, en un momento en que Italia es gobernada por Giorgia Meloni, una aliada de Javier Milei. La audiencia, programada para durar aproximadamente 30 minutos, se había confirmado a finales de septiembre, tras las declaraciones del papa que resonaron en la política argentina. Sin embargo, a pesar de la controversia, no se han intensificado los conflictos entre la Casa Rosada y el Vaticano gracias a la decisión de Milei de no escalar la situación. 

Tensiones Anteriores y el Contexto Actual

Las relaciones entre el papa y el gobierno argentino se tensaron después de que Francisco criticara, el 20 de septiembre, la represión de manifestantes en un congreso mundial de movimientos populares. Sus declaraciones sobre la injusticia social y el uso de gas pimienta generaron descontento en el oficialismo. Sin embargo, este último encuentro parece una respuesta a la solicitud que Sotelo había hecho tras asumir su cargo, en un intento de restablecer la comunicación con la Iglesia Católica.

Sotelo y la Nueva Visión del Gobierno

Sotelo, quien tiene un buen vínculo con la familia Milei y los obispos, ha sido pionero en colaborar con otras áreas del gobierno en eventos como la Peregrinación a Luján, que celebró su 50 aniversario. Además, busca distanciar a Argentina de la Agenda 2030 y de foros que chocan con la ideología libertaria del nuevo gobierno. A pesar de las diferencias ideológicas, el Vaticano apoya ciertas iniciativas progresistas, lo que genera tensiones dentro de la Cancillería argentina.

El encuentro del viernes será una oportunidad para que Sotelo invite al Papa a visitar Argentina, un país que no ha visto desde su ascenso al papado. Este será un primer paso hacia una posible reconciliación, mientras que el lunes Villarruel se reunirá con el Papa en un ambiente formal en la Sala Pablo VI del Vaticano, también por 30 minutos.

Con esta serie de audiencias, el gobierno de Milei busca establecer un nuevo marco de diálogo con el Vaticano, a pesar de las diferencias que puedan existir.