El sector industrial anticipó una segunda mitad del año "muy dura":
Los empresarios temen que la recesión se profundice, ya que el sobrestock de 2023 se ha agotado y los recursos para importar son escasos. Los analistas advierten sobre una posible "letra W" en la economía y una reconfiguración del sector.
La preocupación en el sector industrial argentino está en aumento, con pronósticos pesimistas sobre la segunda mitad del año. Los empresarios y analistas advierten que la situación económica podría empeorar, sugiriendo que el país aún no tocó fondo.
Luego de que el nivel de producción y la capacidad instalada cayeran de manera significativa, similar a los niveles de 2020, algunos indicadores muestran leves mejorías desde mayo. El patentamiento de autos, la demanda de electricidad y el despacho de cemento han registrado aumentos intermensuales. Sin embargo, esta ligera recuperación no logró calmar las inquietudes de los industriales, que temen una profundización de la crisis.
El principal motivo de preocupación es el agotamiento del sobrestock acumulado en 2023 debido a la inflación y la expectativa devaluatoria. Según el empresario Leonardo Romano, la sobrecompra de productos el año pasado, con la intención de anticiparse a futuros aumentos de precios, dejó a muchas empresas sin stock para enfrentar la actual recesión. "Ahora, con el consumo reducido, la capacidad de reposición está en duda", explicó en el canal de YouTube La Fábrica Podcast.
La recuperación económica en el segundo semestre podría seguir una trayectoria de "letra W", con períodos de leve mejora seguidos de deterioros, según los industriales. El Gobierno, por su parte, apuesta a medidas como la eliminación de impuestos y un orden fiscal riguroso para estimular la economía. Sin embargo, algunos empresarios cuestionan la viabilidad de estas estrategias y expresan preocupaciones sobre la competencia en el nuevo entorno económico.
La falta de dólares para financiar importaciones también se presenta como un obstáculo importante. Con reservas internacionales netas en terreno negativo y una caída del precio internacional de la soja, las reservas podrían verse aún más presionadas. La reciente política de acceso a divisas en dos cuotas para importaciones de bienes generales podría agravar la situación.
Haroldo Montagu, economista jefe de Vectorial, señala que todos los indicadores industriales están en declive y advierte que el aparente rebote podría ser engañoso, ya que proviene de una base muy baja. Por otro lado, Mauro González, titular de la Confederación General Pyme, augura que la situación empeorará y destaca que las pequeñas y medianas empresas están especialmente vulnerables, en contraste con las grandes que pueden soportar mejor el ajuste.
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