La noticia fue confirmada por su familia a Infobae, destacando que Nora estuvo acompañada por el amor de sus seres queridos hasta el último momento.

"Nora Irma Morales de Cortiñas falleció en el día de la fecha, a los 94 años de edad", comunicó su círculo íntimo. Cortiñas había sido sometida a una intervención quirúrgica el pasado 17 de mayo en el Hospital de Morón debido a una hernia, complicación que se sumó a otras patologías, agravando su estado de salud.

Nora Cortiñas, conocida cariñosamente como "Norita", nunca detuvo su lucha por la Memoria, la Verdad y la Justicia. Su activismo abarcó diversas causas, desde el apoyo a los trabajadores hasta la defensa de los usuarios de cannabis medicinal. Su presencia fue constante en cualquier lugar donde se necesitara justicia y solidaridad.

Nacida en 1930, la vida de Nora transcurrió de manera relativamente normal hasta el fatídico 15 de abril de 1977, cuando su hijo Gustavo fue secuestrado y desaparecido por patotas paramilitares al servicio de la dictadura militar. Gustavo, estudiante de Ciencias Económicas y militante de la Juventud Peronista en la Villa 31, nunca volvió a ser visto. Este doloroso evento transformó a Nora en una madre incansable que, junto a otras, comenzó a marchar en la Plaza de Mayo en búsqueda de sus hijos desaparecidos.

A lo largo de los años, Nora se convirtió en un emblema de la resistencia y la lucha por los Derechos Humanos en Argentina, junto a figuras como Estela de Carlotto, Hebe de Bonafini y Taty Almeida. Cada ronda en la Plaza de Mayo fortaleció su espíritu y su compromiso con la justicia, convirtiéndola en una figura emblemática y respetada a nivel nacional e internacional.

"Nora Cortiñas quedará para siempre en la memoria popular por ser uno de los emblemas más significativos de la lucha por los Derechos Humanos", expresó su familia. Su legado perdurará como un recordatorio eterno de la importancia de la lucha por la justicia y la verdad, inspirando a futuras generaciones a continuar su trabajo.