El crimen de Karen Rodríguez, una joven de 22 años, ha generado un profundo dolor y preocupación en Tucumán, especialmente en el interior de la provincia. La joven desapareció el lunes por la noche, dejando a su padre, Mario Rodríguez, con la última conversación en la que le dijo: "Pa, ya vuelvo". Su cuerpo fue encontrado el sábado en el patio de la vivienda de Javier Matías "Toro" Bulacio, un hombre de 31 años, quien fue detenido en La Rioja horas después de que se confirmara el hallazgo. Aunque el motivo del asesinato aún no está claro, se trataría del octavo femicidio registrado en Tucumán en lo que va del año, de los cuales seis ocurrieron en el interior provincial.

La angustiosa búsqueda y el descubrimiento del cuerpo

La familia de Karen comenzó a buscarla desesperadamente después de que no regresara a casa ni enviara ningún mensaje tranquilizador. Fue su padre quien, al no tener novedades, denunció la desaparición el jueves. Durante los días previos, los investigadores descartaron a su ex pareja, "Leo", y comenzaron a rastrear la pista de Bulacio, quien estaba prófugo de la justicia desde febrero por un robo. Fue una confusión de Bulacio, quien al llegar a la casa de Karen y no encontrarla, descubrió el cuerpo al levantar una chapa en el patio de la vivienda. Con sus propias manos, excavó hasta encontrarla.

un femicidio QUE DEVELA LA VIOLENCIA MACHISTA EN EL INTERIOR

El crimen de Karen ha puesto en evidencia la desprotección que sienten muchas mujeres sobre todo en el interior de Tucumán. Vecinas y conocidas de la víctima lamentaron que, a pesar de los esfuerzos por mejorar la asistencia a las víctimas de violencia de género, la cultura machista sigue predominando en muchas localidades. 

Según los testimonios recolectados por La Gaceta, la violencia machista en el interior no da descanso. La denuncia de Estela Ramírez, una mujer que vive en Monteros, refleja la diferencia de mentalidad con la capital, donde las mujeres se sienten más respaldadas. "Las mujeres del interior estamos desprotegidas", sostuvo, apuntando a una educación que todavía no ha logrado erradicar la violencia en las relaciones de pareja.

El caso también ha desatado una reflexión sobre la necesidad de cambiar la mentalidad en las nuevas generaciones. Lourdes Ricciutti, vecina de al enterarse del femicidio, no se sorprendió, ya que, según su experiencia, las mujeres en el interior de la provincia siguen enfrentando abusos por parte de sus parejas. En este contexto, Florencia Medina, otra mujer consultada, subrayó que, aunque existen mecanismos para asistir a las víctimas de violencia, la verdadera solución radica en cambiar una cultura que aún tolera la violencia machista.