Francisco, desde el hospital, llamó a la paz y a la reflexión sobre la violencia en el mundo
El pontífice de 88 años instó a la comunidad internacional a evitar la escalada de tensiones y a utilizar el lenguaje como herramienta de unión.
El papa Francisco instó a la comunidad internacional a frenar los conflictos armados y a reflexionar sobre la violencia, en una carta publicada este martes por el diario Corriere della Sera. El pontífice, hospitalizado desde el 14 de febrero en la Policlínica Gemelli de Roma por una neumonía bilateral, reafirmó su llamado a la diplomacia y a la paz.
Un mensaje de unidad en medio de la enfermedad
En su misiva, Francisco, de 88 años, subrayó la necesidad de evitar la escalada de tensiones y de usar las palabras como herramientas de unión.
"Tenemos que desarmar las palabras, desarmar las mentes y desarmar la Tierra. Hay una gran necesidad de reflexión, calma y sentido de la complejidad", escribió el papa.
Desde su internación, el pontífice ha seguido de cerca la actualidad internacional, expresando su preocupación por la falta de soluciones diplomáticas a los conflictos en curso.
La guerra, la diplomacia y el rol de la religión
En su carta, Francisco lamentó la ineficacia de los organismos internacionales y la falta de compromiso real con la paz: "Mientras la guerra solo devasta comunidades y el medio ambiente sin ofrecer soluciones, la diplomacia y las organizaciones internacionales necesitan sangre nueva y credibilidad", afirmó.
El papa también resaltó el papel de las religiones en la construcción de la paz, destacando que pueden contribuir a fortalecer la fraternidad y la justicia en tiempos de crisis.
Un lento proceso de recuperación
A pesar de haber atravesado cuatro crisis médicas durante su hospitalización, los médicos informaron que su estado de salud muestra mejorías. Recientemente, el Vaticano publicó una imagen en la que se lo ve concelebrando una misa en la capilla del apartamento pontificio del hospital. En la fotografía, Francisco ya no usa cánulas de oxígeno durante el día, aunque sigue requiriendo ventilación mecánica por las noches.
Según fuentes médicas, el papa ha logrado reducir su dependencia del oxígeno y puede moverse dentro del hospital sin asistencia respiratoria en cortos trayectos. Su recuperación, aunque lenta, ha sido estable y actualmente está fuera de peligro inminente.