Histórica caída del consumo de carne: en enero estuvo en el nivel más bajo en 30 años
De acuerdo con una cámara frigorífica, el promedio móvil de los últimos doce meses resultó de 47,8 kilos/año, una merma del 8,1%.
El consumo de carne vacuna en Argentina sigue en caída y alcanzó un mínimo histórico. Según la Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (Ciccra), el promedio móvil de los últimos doce meses (febrero 2024 - enero 2025) fue de 47,8 kilos por persona al año, reflejando una disminución del 8,1% interanual.
¿ cómo fue la Producción y los cambios en el consumo?
En enero de 2025, la producción de carne vacuna fue de 263.800 toneladas res con hueso, un 1,5% menos que en el mismo mes del año anterior. La cantidad de animales faenados se redujo, aunque el mayor peso promedio de los animales compensó parcialmente la caída. Así, la oferta interna de carne vacuna cayó en casi 4000 toneladas.
Si se asume que las exportaciones se mantuvieron en torno a las 78.000 toneladas, el consumo interno en enero se estimó en 185.900 toneladas, un 2,1% menos que en enero de 2024. En términos per cápita, esto representa una ingesta anual de 47 kilos, lo que equivale a una baja del 3,2% interanual.
Factores económicos y cambios de hábitos
Miguel Schiariti, presidente de Ciccra, atribuyó la caída del consumo a la crisis económica y a la competencia con otras carnes más accesibles: "Hoy, con el precio de un kilo de carne vacuna, se pueden comprar tres kilos de pollo o casi dos kilos de cerdo. La decisión final la toma el bolsillo", explicó.
También destacó un cambio generacional en los hábitos alimenticios: "La mitad de la población tiene menos de 40 años y creció consumiendo pollo. Ese hábito ya está instalado, mientras que el consumo de pescado sigue estancado en 8 kilos per cápita al año".
El futuro del mercado cárnico
Schiariti proyectó que el consumo de carne vacuna podría estabilizarse entre 30 y 35 kilos por habitante en los próximos 15 a 20 años. Esto impactaría en la estructura del sector, reduciendo la cantidad de mataderos pequeños y orientando a los medianos hacia la exportación.
Sin embargo, desde la Cámara Argentina de Matarifes y Abastecedores (Camya), su presidente, Leonardo Rafael, no coincidió con esta visión: "No percibimos una baja en el consumo. Lo que hubo en enero fue una merma estacional por las vacaciones, pero las faenas no cayeron significativamente".
Rafael también señaló que los precios subieron debido a una menor oferta, y que el patrón de compra está cambiando: "El asado y los bifes se venden menos, mientras que cortes más económicos para guisos y estofados están ganando protagonismo, algo inusual en verano".
Preocupación por la reducción del stock ganadero
Otro punto de alerta es la disminución del stock ganadero. Según Rafael, "Hace años que no vemos un crecimiento en el stock bovino; de hecho, se está reduciendo porque se faenan más vientres preñados. Si no se revierte, esto afectará a toda la industria a futuro".
En este contexto, el sector cárnico argentino enfrenta un proceso de transformación, con una tendencia clara hacia la diversificación del consumo y un mercado que cada vez depende más de la exportación. El consumo de carne vacuna en Argentina sigue en caída y alcanzó un mínimo histórico. Según la Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (Ciccra), el promedio móvil de los últimos doce meses (febrero 2024 - enero 2025) fue de 47,8 kilos por persona al año, reflejando una disminución del 8,1% interanual.