Los incendios en la Patagonia no dan tregua, y en el Parque Nacional Lanín, provincia de Neuquén, ya se han afectado más de 15 mil hectáreas. Tres focos activos, ubicados en la zona de Villa Magdalena, mantienen en alerta a más de 200 brigadistas y 700 personas que trabajan sin descanso para controlar las llamas. Sin embargo, el pronóstico de vientos fuertes desde el oeste podría complicar aún más la situación.

El Valle de la Magdalena, un área de alta montaña dentro del parque, es el epicentro de los incendios. Esta zona, de difícil acceso y ubicada a menos de 20 kilómetros del paso internacional de Tromen, ha requerido la intervención de más de 13 instituciones municipales, provinciales y nacionales.

Comunidades evacuadas y esfuerzos conjuntos

La gravedad de los incendios ha llevado a la evacuación de la comunidad local de Chiuquillihuin, que ya ha sido alcanzada por las llamas. El gobernador de Neuquén, Rolando Figueroa, se trasladó hasta la localidad de Rahue, a 35 kilómetros del epicentro, para supervisar las operaciones.

Entre las instituciones que colaboran en el operativo se encuentran el Ministerio de Seguridad neuquino, la Secretaría de Emergencia y Gestión de Riesgo, el Sistema Provincial de Manejo de Fuego, Corfone (empresa provincial de reforestación), el Ejército y Gendarmería Nacional, bomberos voluntarios de varias localidades, y brigadistas de Parques Nacionales, entre otros. También se han sumado equipos de las provincias de La Pampa, Santa Fe, Córdoba y Jujuy.

Origen de los incendios y desafíos logísticos

Los brigadistas en el terreno estiman que los incendios comenzaron hace más de quince días, aunque hay versiones que sugieren que a fines de diciembre ya se divisaba una columna de humo en la zona. El acceso al área es extremadamente complicado: en automóvil es casi imposible llegar, y a caballo se tardaría al menos dos días desde la localidad más cercana, ubicada a unos 25 kilómetros.

La combinación de la geografía accidentada y los vientos pronosticados para las próximas horas representa un desafío adicional para los equipos de combate. A pesar de los esfuerzos, la situación sigue siendo crítica, y las llamas avanzan sin control.

Los incendios en el Parque Nacional Lanín han puesto en evidencia la vulnerabilidad de la región frente a este tipo de desastres. Mientras las brigadas trabajan incansablemente, la comunidad espera que las condiciones climáticas no empeoren y que se logre controlar el fuego antes de que cause más daños irreparables.