Inflación: el precio de los alimentos registra el mayor aumento semanal en un año
Se estima que la inflación de marzo superará el 2,4% de febrero, manteniendo la presión sobre los precios.
La inflación continúa marcando una tendencia al alza en Argentina, y los precios de los alimentos y bebidas han registrado el mayor aumento semanal en un año. Según un informe de la consultora privada Labour Capital & Growth (LCG), durante la segunda semana de marzo los precios de estos productos aumentaron un 2,4% respecto a la semana anterior. Este salto en los costos alimenticios se suma a la creciente preocupación sobre la inflación general, que se proyecta para superar los resultados de febrero.
Este aumento fue particularmente significativo en ciertos rubros. Las bebidas e infusiones lideraron las subas con un incremento del 5%, seguidas por el azúcar con un 4,2% y la carne, que registró un alza del 3,5%. De hecho, el aumento en el precio de la carne impactó directamente en el índice general de precios, sumando un punto completo al indicador.
La consultora también destacó que, al analizar las últimas cuatro semanas, los aumentos en los precios de la carne y los lácteos explicaron el 70% del incremento total en alimentos y bebidas, con un aumento cercano al 5%. Las verduras, por su parte, subieron un 3,4%, contribuyendo también a la presión inflacionaria.
Estos datos confirman que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de marzo probablemente superará el 2,4% registrado en febrero. De acuerdo con las proyecciones, la inflación de este mes podría ubicarse en torno al 2,5%, según el relevamiento de la consultora Equilibra. Este resultado consolidaría una inflación interanual que sigue resistiéndose a perforar el 2%, a pesar de los esfuerzos del Gobierno y el Banco Central por reducirla.
En el primer bimestre del año, la inflación acumulada fue del 4,7%, con un aumento más pronunciado en los alimentos, que subieron un 5,2%. Esto refleja una tendencia preocupante en uno de los rubros más sensibles de la canasta familiar, afectando especialmente a los sectores de menores ingresos, quienes destinan una mayor parte de su presupuesto a la compra de alimentos básicos.
Además, el impacto de la inflación en los precios de los alimentos refleja la continua sensibilidad del sector ante las fluctuaciones del tipo de cambio, especialmente los dólares paralelos. A pesar de la decisión del Banco Central de desacelerar el "crawling peg" y mantener una política monetaria más restrictiva, los alimentos siguen siendo uno de los principales factores de presión inflacionaria en el país.