Investigación del disparo a Pablo Grillo: dos peritos cerca de identificar al responsable
La red "Mapa de la Policía" y dos peritos científicos revelan nuevos detalles sobre el ataque al fotoperiodista, quien sigue luchando por su vida tras recibir un impacto de gas lacrimógeno en la cabeza durante la represión en el Congreso.
El fotoperiodista Pablo Grillo continúa internado en el Hospital Ramos Mejía de la Ciudad de Buenos Aires, luchando por su vida luego de ser brutalmente agredido con un cartucho de gas lacrimógeno en la cabeza durante los enfrentamientos ocurridos en las inmediaciones del Congreso Nacional. El impacto le causó una pérdida significativa de masa encefálica, lo que requirió una intervención quirúrgica urgente y su estado actual es reservado.
Gracias al trabajo conjunto de la red "Mapa de la Policía" y la colaboración de dos peritos científicos, Guillermo Pregliasco y Martín Onetto, se logró avanzar en la identificación de la trayectoria del proyectil. Esta red, una plataforma que permite a los ciudadanos denunciar abusos de autoridad, desempeñó un rol clave al proporcionar material audiovisual aportado por testigos presenciales. Con estas pruebas y la intervención de los peritos, se logró reconstruir el momento exacto del ataque, revelando detalles claves sobre cómo y desde dónde se disparó el cartucho.
En una entrevista con el periodista Gustavo Sylvestre en C5N, Guillermo Pregliasco explicó que, tras un análisis exhaustivo, pudieron determinar con precisión la dirección del proyectil. "La trayectoria es una línea recta, de arriba hacia abajo, lo que desmiente la versión de Patricia Bullrich que indicaba que el proyectil había rebotado. Esto no coincide con lo que se observa en los videos", afirmó el perito. Además, detalló que el sonido del disparo, captado en las grabaciones, permitió establecer la distancia entre el camarógrafo y el policía que efectuó el disparo.
Pregliasco también recalcó que el cartucho de gas lacrimógeno utilizado en el ataque no tiene el diseño ni los protocolos adecuados para causar daño letal, sino que está destinado a dispersar multitudes de manera no violenta. "Este tipo de armas no están pensadas para herir o matar. La situación sucedió fuera de los márgenes de los protocolos establecidos", subrayó.