Investigan el accionar de los bomberos en el trágico accidente de avión en San Fernando
Testigos aseguran que los pilotos seguían vivos tras el impacto; critican la demora y el equipamiento de los bomberos.
Los vecinos que observaron la trágica caída del avión en San Fernando atestiguan que los pilotos Martín Fernández Loza y Agustín Orforte seguían con vida luego de que el Challenger 300 se despistara el miércoles al mediodía. La comunidad ha expresado su descontento con la respuesta de los bomberos, culpándolos por su tardanza en brindar asistencia.
Testimonios de la Tragedia
Según los relatos de los presentes, al tocar tierra cerca del aeropuerto de la zona norte, el avión comenzó a arder lentamente. En esos momentos, los pilotos, de 44 y 35 años respectivamente, aún estaban conscientes y pedían ayuda. "Pedían auxilio, que los sacaran, que los ayudaran, pero nadie se acercó", declaró Narcisa, dueña de la vivienda impactada, en su entrevista con el medio TN, destacando la falta de respuesta oportuna.
Narcisa también mencionó que los pilotos murieron debido a la inacción de los servicios de emergencia: "El mismo piloto pedía: 'Por favor, sacame de acá'. Después se abrazaron y fallecieron. Fue una imagen muy fuerte". La autopsia determinó que la causa de muerte fue asfixia por inhalación de monóxido de carbono.
Análisis del Equipamiento y Respuesta de los Bomberos
Vecinos cercanos a la intersección de José Terry y Charlín confirmaron que los pilotos intentaron escapar del avión, pero no lo lograron. Las imágenes del accidente muestran que la cabina del avión no sufrió daños estructurales significativos, lo que podría haber facilitado un rescate si se hubieran tenido los recursos adecuados.
Se ha criticado abiertamente el equipamiento de los bomberos, quienes llegaron con herramientas que no estaban a la altura de la emergencia. Fuentes de la investigación informaron a Infobae que los bomberos pertenecen a la Policía Federal, ubicados en el aeropuerto a unos 800 metros del lugar del accidente.
El camión verde, equipado con espuma para combatir el fuego, era fundamental para situaciones como esta, pero fue el camión convencional con una manguera inadecuada (de 38 a 45 mm) el que llegó primero. La falta de este recurso clave contribuyó a la fatalidad, según lo evidenciado por las imágenes y los resultados de la autopsia que confirmaron la muerte por inhalación de gases tóxicos.
Las primeras grabaciones también mostraron a bomberos sin el equipo de protección necesario, lo que sumó más críticas a la operación de rescate. El camión verde con el agente espumógeno llegó tarde, cuando el fuego ya había consumido gran parte de la aeronave, haciendo inútil su intervención. Según las fuentes, este vehículo no estuvo presente en los primeros momentos críticos, donde la espuma podría haber salvado vidas.