Javier Milei acaparó la atención internacional al protagonizar la portada de The Economist con un título llamativo: "Mi desprecio por el Estado es infinito. Lo que Javier Milei puede enseñar a Donald Trump". El medio británico dedicó dos artículos a analizar su primer año de gobierno, calificándolo como un experimento radical que podría ofrecer lecciones más allá de las fronteras argentinas.

Avances y riesgos: un balance del primer año de Milei

En el artículo principal, The Economist describe a Milei como el líder de "una de las dosis más extremas de liberalismo desde el thatcherismo". El análisis resalta logros como:

• Reducción de la inflación: De un alarmante 13% mensual a un 3%.
• Disminución del gasto público: Un recorte real del 30%.
• Mejora del riesgo país: Bajó de 2.000 a 750 puntos, el nivel más bajo en cinco años.
  
  

Sin embargo, también advierte sobre desafíos serios. La pobreza aumentó del 40% al 53%, y persisten riesgos como un potencial colapso del peso si se eliminan los controles cambiarios. La publicación subraya que, aunque las reformas son audaces, su sostenibilidad depende de un equilibrio entre austeridad y cohesión social.

Filosofía de gobierno: Milei y el anarcocapitalismo

El segundo artículo de la revista ahonda en la ideología de Milei. En una entrevista exclusiva, el presidente reafirma su rechazo al rol del Estado, al que considera "una fuerza que conduce al socialismo". Entre sus medidas clave, se destacan:

• La eliminación de regulaciones en sectores como alquileres y aerolíneas.
• La implementación de una amnistía fiscal que inyectó 20.000 millones de dólares al sistema formal.
• Recortes en salarios públicos y presupuestos universitarios, aunque intentó proteger a los sectores más vulnerables.
  
  

En el plano internacional, The Economist resalta su pragmatismo. Pese a críticas previas, Milei estrechó lazos con China y Brasil, calificándolos como socios estratégicos para la economía argentina.

¿Lecciones para el mundo o advertencias?

The Economist concluye que el modelo argentino bajo Milei ofrece tanto inspiración como cautela. Si bien demuestra que el Estado no es indispensable en todas las áreas, los riesgos políticos y económicos persisten. La revista cuestiona si Milei podrá mantener su enfoque libertario sin desviar su atención hacia polémicas culturales o conflictos internos.

El experimento argentino continúa, y el mundo observa con atención si este modelo radical será un éxito sostenible o una advertencia sobre los límites del libre mercado.