Axel Kicillof declaró el estado de emergencia en la ciudad bonaerense de Bahia Blanca, donde cayeron 300 milímetros de agua en apenas seis horas, un récord que colapsó la infraestructura y los servicios básicos.

La emergencia en números

Las lluvias torrenciales comenzaron en la madrugada y rápidamente desbordaron calles, arroyos y canales. El municipio confirmó que más de 1000 personas debieron ser evacuadas de sus hogares, mientras que las clases y el transporte público fueron suspendidos como medida de precaución. Además, se cortó el suministro eléctrico en toda la ciudad para evitar accidentes.

El Ministerio de Defensa activó el Sistema Nacional para la Gestión Integral del Riesgo (SINAGIR) y desplegó a la Policía Federal para colaborar con los equipos locales en las tareas de rescate y asistencia.

La respuesta del Gobierno nacional

El presidente Javier Milei suspendió su viaje a Mendoza, donde iba a participar de la Fiesta Nacional de la Vendimia, para visitar Bahía Blanca este sábado 8 de marzo. Mientras tanto, los ministros Patricia Bullrich (Seguridad) y Luis Petri (Defensa) ya se encuentran en la zona, supervisando las operaciones de emergencia.

"La prioridad es garantizar la seguridad de los afectados y brindar apoyo a las familias damnificadas", señalaron desde el Gobierno.

Un temporal histórico

Las imágenes de Bahía Blanca bajo el agua son impactantes: autos flotando, hospitales inundados y vecinos siendo evacuados en botes. Según los expertos, la combinación de una masa de aire extremadamente húmeda y un frente frío estacionado generó las condiciones perfectas para este desastre climático.

"Es un evento extremo que superó todas las previsiones", explicó un meteorólogo local. "La infraestructura de la ciudad no estaba preparada para semejante volumen de agua en tan poco tiempo".

¿Qué se espera para los próximos días?

Aunque las lluvias disminuyeron hacia el mediodía, el alerta amarilla se mantiene en la región. Las autoridades trabajan a contrarreloj para restablecer los servicios básicos y asistir a los afectados. Mientras tanto, la comunidad bahiense intenta recuperarse de una tragedia que dejó marcas imborrables.