La bomba que mató al líder de Hamas fue introducida hace meses en su residencia secreta
La bomba habría sido colocada hace dos meses en la residencia secreta donde recidía Ismail Haniyeh.
Ismail Haniyeh, uno de los principales líderes de Hamas, fue asesinado el pasado miércoles en un atentado explosivo dentro de un complejo residencial altamente vigilado en Teherán, dirigido por la Guardia Revolucionaria Islámica. La explosión, que también cobró la vida de un guardaespaldas, ocurrió en una casa de huéspedes donde Haniyeh se alojaba durante su visita para la investidura presidencial de Irán.
Según siete funcionarios de Oriente Próximo, incluidos dos iraníes y un estadounidense, la bomba fue introducida de manera clandestina en la residencia hace aproximadamente dos meses. La operación representa una catástrofe de inteligencia y seguridad para Irán, dado que el complejo, conocido como Neshat, es utilizado por la Guardia Revolucionaria para retiros, reuniones secretas y alojamiento de invitados destacados. El hecho de que una bomba haya permanecido oculta durante tanto tiempo en un lugar tan fuertemente custodiado destaca una seria brecha en la seguridad del país.
La detonación del artefacto fue controlada a distancia, según los funcionarios de Oriente Próximo, y se produjo una vez que se confirmó que Haniyeh estaba en su habitación. La explosión causó daños en el edificio, incluyendo ventanas rotas y el colapso parcial de un muro exterior. Los detalles del incidente fueron compartidos por los dos funcionarios iraníes con The New York Times, quienes también confirmaron la muerte instantánea de Haniyeh y la imposibilidad de reanimar al guardaespaldas.
Este asesinato ha provocado una inmediata reacción internacional. Funcionarios iraníes y de Hamas señalaron a Israel como responsable del ataque. Además, varios funcionarios estadounidenses, bajo condición de anonimato, coincidieron en esta valoración. La muerte de Haniyeh, quien había sido un actor clave en las negociaciones para un alto el fuego en Gaza, amenaza con escalar las tensiones en la región y complicar las conversaciones de paz.
Israel, conocido por sus operaciones encubiertas, no ha reconocido oficialmente su participación en el ataque. Sin embargo, funcionarios de inteligencia israelíes informaron a Estados Unidos y a otros gobiernos occidentales sobre los detalles de la operación poco después del atentado. En contraste con teorías iniciales que sugerían un ataque con misiles, las evidencias apuntan a que el ataque fue llevado a cabo mediante un artefacto explosivo colocado previamente en la residencia de Haniyeh.
El Secretario de Estado de Estados Unidos, Antony J. Blinken, afirmó que su país no tenía conocimiento previo del plan de asesinato. A pesar de las fuertes medidas de seguridad implementadas en Teherán para la ceremonia de investidura, que atrajo a dignatarios de 86 países, el ataque logró evadir los sistemas de defensa iraníes.
La explosión y la posterior investigación revelaron que Haniyeh se había alojado en la misma casa de huéspedes en varias ocasiones anteriores. El líder de la Yihad Islámica Palestina, Ziyad al-Nakhalah, se encontraba en una habitación contigua y resultó ileso, lo que sugiere una planificación precisa y dirigida específicamente contra Haniyeh.
El general Ismail Ghaani, comandante en jefe de la Fuerza Quds, fue informado de inmediato y alertó al líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Khamenei. En una reunión de emergencia del Consejo Supremo de Seguridad Nacional, Khamenei ordenó una respuesta contundente contra Israel.