La Corte Suprema de EE UU rechazó una apelación de la Argentina para evitar embargos de bonistas que siguen en default
La Corte Suprema de Estados Unidos desestimó la apelación de Argentina, permitiendo que los bonistas en default embarguen activos soberanos del país por un total de 310 millones de dólares, relacionados con los bonos Brady.
La Corte Suprema de los Estados Unidos ha tomado una decisión clave en el litigio entre la República Argentina y un grupo de bonistas que aún se encuentran en default. En un fallo reciente, la Corte rechazó la apelación presentada por el país, lo que permite que los acreedores continúen con el embargo de activos soberanos por un monto aproximado de 310 millones de dólares. Estos activos están vinculados a los bonos Brady, emitidos en la década de 1990, y los embargos se llevarán a cabo en cuentas del Banco Central de la República Argentina (BCRA) ubicadas en la Reserva Federal de Nueva York, así como en sucursales en Alemania y Suiza.
El conflicto comenzó cuando Argentina dejó de cumplir con sus compromisos de pago relacionados con los bonos Brady, un programa de rescate lanzado por Estados Unidos en 1989 para ayudar a los países emergentes a salir del default. El país había solicitado evitar el embargo, argumentando que los activos pertenecen al Banco Central de la República Argentina y no al Estado, lo que los excluiría de la Ley de Inmunidades Soberanas Extranjeras de Estados Unidos.
Sin embargo, la jueza Loretta Preska, que había dictado un fallo inicial en agosto de 2022, ratificó su decisión este año al señalar que los derechos de reversión de los bonos Brady pertenecen al Estado argentino y no al BCRA. La jueza también señaló que estos activos habían sido utilizados en actividades comerciales, lo que invalidó la posibilidad de que se apliquen los beneficios de inmunidad que defiende el país. La Corte de Apelaciones, tras revisar el caso, también desestimó los argumentos de la defensa argentina, permitiendo que los bonistas procedan con el embargo de los 310 millones de dólares.
Este fallo de la Corte Suprema de Estados Unidos representa la segunda derrota judicial de Argentina en los últimos meses. En octubre de 2023, la Corte Suprema del Reino Unido también falló en contra del país en otro caso relacionado con la deuda, conocido como el caso del "Cupón PBI". Ahora, con el rechazo de esta apelación, los acreedores podrán avanzar con los embargos de los activos depositados en la Reserva Federal de Nueva York y en otras jurisdicciones internacionales.
Sebastián Maril, analista de Latin Advisors, explicó que el grupo de bonistas, conocidos como holdouts, que no aceptaron los canjes de deuda realizados por Argentina en años anteriores, ha acumulado una demanda total de aproximadamente 450 millones de dólares. De este total, 310 millones de dólares corresponden a los activos embargados en la Reserva Federal de Nueva York, mientras que el resto se encuentra en cuentas en Basilea, Suiza, y en otros lugares de Europa.
Los bonos Brady representan deuda que Argentina no reestructuró en los canjes de deuda de 2005 y 2010, y tampoco aceptó los acuerdos del 2016 y el 2020. Esta deuda fue acumulada durante la crisis económica de fines de la década de 1990, cuando el gobierno de Adolfo Rodríguez Saá declaró la cesación de pagos, marcando el inicio de una larga serie de dificultades económicas para el país.
El experto en economía, Sebastián Maril, destacó que, en este escenario, Argentina enfrenta dos opciones: pagar la deuda con reservas del Banco Central o entrar en default nuevamente. "Los problemas siguen creciendo, como los intereses de las deudas impagas, y ni Macri ni Alberto Fernández han podido resolverlos", comentó Maril, subrayando la falta de soluciones a largo plazo para esta crisis financiera estructural.
El rechazo de la apelación por parte de la Corte Suprema de los Estados Unidos deja a Argentina ante un panorama incierto respecto a su futuro económico. La lucha por reestructurar la deuda y evitar embargos adicionales sigue siendo uno de los mayores desafíos del país. Con una deuda externa que sigue sin resolverse y los acreedores avanzando con medidas judiciales, las autoridades argentinas deberán encontrar una solución a este conflicto legal que ya ha tenido un impacto directo en las reservas del Banco Central.
Este fallo resalta las complejidades de la deuda soberana y las difíciles relaciones entre los gobiernos y los bonistas, especialmente en tiempos de crisis económica. El futuro de la economía argentina dependerá, en gran medida, de cómo logre enfrentar estos embargos y encontrar un camino hacia la estabilidad financiera.