La Iglesia alerta por la falta de trabajo en los sectores humildes y el aumento en la demanda de alimentos

La crisis económica en Argentina está generando una creciente preocupación en la Iglesia Católica, que advierte una profunda crisis en los sectores más humildes del país. Los sacerdotes que trabajan en los barrios más pobres han observado una drástica disminución del empleo informal y un aumento significativo en la demanda de alimentos en los comedores comunitarios. Esta realidad refleja la profundización de la recesión y el aumento de la pobreza, con un impacto cada vez más severo en las comunidades vulnerables.

CAÍDA DEL EMPLEO FORMAL Y AUMENTO DE LA POBREZA

Según informes de sacerdotes que operan en el conurbano bonaerense y otras zonas empobrecidas, la falta de empleo se ha agudizado. Un sacerdote del conurbano expresó: "Hay cada vez más pibes vendiendo sándwiches de salame y queso en la calle", un claro indicador de cómo jóvenes han recurrido a la venta ambulante para sobrevivir, al no encontrar trabajo en el sistema formal ni en la economía informal.

El obispo auxiliar de Buenos Aires, Gustavo Carrara, quien también ocupa la vicepresidencia de Cáritas, destacó recientemente que la crisis económica ha comenzado a afectar a la clase media, que solía ofrecer empleo a los sectores más humildes. Esta situación ha dejado a muchas personas de bajos recursos sin la posibilidad de conseguir trabajos informales, como cortar el pasto, trabajar en carpintería o en el servicio doméstico, o desempeñar roles en pequeños negocios que han reducido su clientela.

AUMENTO EN LA DEMANDA DE ALIMENTOS

El padre Lorenzo "Toto" de Vedia, quien dirige la parroquia de la Virgen de Caacupé en la villa 21-24 de Barracas, reporta un incremento en la demanda de alimentos en los comedores comunitarios. "Viene gente que antes no venía, incluso personas con trabajos formales que no les alcanzan para cubrir todos sus gastos," explicó De Vedia. La situación se volvió más crítica en los últimos meses, particularmente después de las medidas de ajuste tomadas por el gobierno de Javier Milei, y ya se notaba un deterioro durante la administración de Alberto Fernández.

Los comedores, que dependen en parte de los fondos estatales y las donaciones privadas, enfrentan severas dificultades. De Vedia mencionó que las ayudas no son suficientes y que las donaciones han disminuido, lo que obliga a los comedores a estirar los alimentos y reducir la cantidad de carne. "La gente empieza el mes endeudada. Está -10 en los primeros días del mes. Se hace lo que se puede," añadió.

CRISIS SOCIAL

Los sacerdotes que trabajan en los barrios más humildes observan una creciente falta de empatía por parte del gobierno, lo que agrava la crisis social. "Nuestra vocación siempre es el diálogo, pero sentimos una marcada lejanía por parte del Gobierno," señaló De Vedia. La falta de respuestas adecuadas y el distanciamiento del gobierno de la realidad cotidiana de los más necesitados contribuyen a la sensación de desamparo en estas comunidades.

La situación actual refleja un panorama preocupante: más de la mitad de la población argentina vive en condiciones de pobreza, y los sectores más vinculados al trabajo social dentro de la Iglesia Católica enfrentan una crisis en aumento. La degradación de la economía popular no solo afecta a las clases más bajas, sino que también revela las fallas en la política económica y social del país.