La sastrería tradicional y el drama teatral, dos mundos que a primera vista parecen opuestos, se combinan de manera armoniosa en Un Lobo Blanco, la marca del diseñador tucumano Marcos Matías Mena Moyano. Criado en un entorno rural y cautivado por la danza española que practicaba su prima, fue el poder transformador de la moda lo que lo atrajo a esta profesión.

"Mi familia paterna es gente de campo, muy sencilla, pero cuando había eventos, la transformación era sorprendente. Ver a mis tías arregladas, pasar de la cocina al brillo, fue algo que me impactó", recuerda, rememorando las primeras experiencias que despertaron su pasión por la moda.

 Aunque intentó estudiar diseño gráfico, comunicación e incluso contabilidad, finalmente descubrió que su verdadera pasión era el diseño de moda, lo que lo llevó a cursar la carrera de Diseño de Indumentaria en Tucumán. Al finalizar sus estudios, decidió mudarse a Buenos Aires para especializarse en Producción de Moda. 

LA LLEGADA OFICIAL A LA FARÁNDULA CON FLOR DE LA V 

El atelier de Marcos Matías Mena Moyano es su refugio creativo, donde se dedica a transformar y empoderar a las mujeres a través de la moda. "Coloco a mis clientas frente al espejo del vestidor y sé de inmediato si algo les gusta o no. Si no están conformes, vuelvo a hacerlo, porque mi objetivo es que se lleven la prenda que imaginaron y les encanta", comenta sobre su enfoque personalizado para cada clienta.

Uno de los aspectos más destacados de su marca es la variedad de talles que ofrece en sus diseños. "Mido un metro 90 y calzo 47. En Tucumán me resultaba muy difícil encontrar ropa que me quedara bien; los buzos y los pantalones siempre me quedaban cortos. Quise crear una marca en la que nadie tuviera que pasar por esa frustración", explica.

El uso de volúmenes y siluetas dramáticas es una de las características distintivas de Un Lobo Blanco. Al mezclar la sastrería clásica con el drama teatral, sus piezas son inconfundibles. "Siempre me enfoco en la cintura y busco volumen y equilibrio. Trabajo con una paleta de colores que incluye rojo, verde, azul, beige, blanco y negro. No uso estampados ni brillos, porque esos detalles pueden añadirse en el look final", aclara sobre su estilo, enfocado en construir un armario cápsula bajo el concepto de "lujo silencioso".

El meticuloso trabajo en los detalles y la elegancia clásica de sus diseños captaron la atención de celebridades. Florencia de la V fue la primera en lucir sus creaciones, gracias a una vestuarista que descubrió su trabajo. Al visitar el atelier, vio un conjunto verde de blazer y pantalón y no dudó: "Esto le va a encantar a Florencia", pensó. La actriz lo estrenó en su programa de televisión, consolidando el comienzo de una colaboración constante.

A partir de ahí, el éxito fue en aumento. Liliana Parodi, encantada con un pantalón de la marca que recibió como regalo, visitó el atelier y quedó tan satisfecha que encargó dos conjuntos para los Martín Fierro de la Moda. "Fue tan generosa que me invitó al evento y me presentó a todo el mundo", recuerda emocionado.

Luego, llegaron nuevas oportunidades para vestir a figuras como 

Griselda Siciliani y Carla Peterson, además de la colaboración en diversas series, incluida Envidiosa, una producción próxima a estrenarse en Netflix.