Los escalofriantes detalles de la relación entre Alberto y Fabiola que reveló el informe psicológico de la exprimera dama

El reporte psicológico presentado en la causa contra el ex presidente Alberto Fernández expone una relación marcada por hostigamiento, aislamiento y agresiones hacia Fabiola Yañez. La Dirección General de Acompañamiento, Orientación y Protección a las Víctimas (DOVIC) elaboró un análisis detallado que se centra en el impacto emocional y físico que Yañez sufrió durante su relación con Fernández, desde 2016 hasta su separación.

Relación asimétrica y dinámicas de poder

Las profesionales de la DOVIC destacaron el marcado desequilibrio de poder entre Yañez y Fernández, quien además de ser presidente, es abogado y docente, lo que habría generado una "certeza simbólica de dicha asimetría". Según los testimonios de Yañez, el miedo era un factor constante. "Él impone miedo a un montón de gente; nadie quiere ponérselo en contra porque tiene poder", afirmó.

Este entorno, según el informe, derivó en una dinámica de control y manipulación, donde Yañez enfrentaba humillaciones y hostigamiento de manera recurrente. A lo largo del informe, las psicólogas detallan episodios de violencia psicológica, económica y emocional que habrían afectado profundamente a la ex primera dama.

"Cuando discutimos me insultaba, me gritaba, me trataba como cualquier cosa. Me decía puta, prostituta, hija de puta, basura, vivís en una nube. ¿Vos pensás que vas a poder? No sabía que podía hacerme... hasta dónde podía llegar (...) A pesar de todo lo que yo hacía, él siempre me ninguneaba. Aunque me llamaba el Papa Francisco, él me trataba de inútil. Estando solos o en público, él hablaba encima mío y decía ‘no es así como vos decís'. Él siempre tenía que manejar toda la conversación", refiere el informe en otro tramo del relato de la ex primera dama.

Secuelas emocionales y físicas

El informe revela que Yañez manifiesta síntomas de un estado emocional vulnerable, con sensaciones de humillación, soledad y desconfianza, además de problemas físicos como dolores de cabeza y alteraciones en el sueño. Esta "sintomatología emocional" es el reflejo de un entorno de violencia sostenido, según señalaron las psicólogas.

Una de las situaciones clave ocurrió en 2016, cuando Yañez quedó embarazada y, según su relato, Fernández le pidió que abortara."Ahí empezó un desprecio total. No me miraba, no me hablaba", describió Yañez sobre cómo comenzó a sentirse aislada y denigrada.

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Otro aspecto relevante en el testimonio de Yañez fue el uso del tema del consumo de alcohol como herramienta de control. En su declaración, Yañez contó cómo Fernández, tras decidir volverse abstemio, la presionaba constantemente sobre el consumo de alcohol. "Me decía que mis amigas eran borrachas. Incluso me mandaba mensajes en la mesa para que no tomara", relató. Este control intensificó su estado emocional, llevándola a episodios de depresión y ansiedad.

"Y la verdad que entre que me callaba y me hostigaba mandando WhatsApp, empecé a tomar más. Y él usaba esto del alcohol en contra mía. Tome o no tome, me trataba así' (...) En un momento lloraba horas y horas, todos los días me enteraba cosas que él estaba haciendo, y yo le decía que al menos sea más prolijo. Y ahí todo empezó peor. Fui de a poco entrando en una depresión. Y como no podía tomar delante de él, y tampoco salía, por ahí tomaba al mediodía y me iba a dormir la siesta", contó Yañez ante las especialistas.