Optimismo en Wall Street: J.P. Morgan asegura que Argentina dejó atrás la recesión
El sólido rebote registrado en el tercer trimestre, impulsado principalmente por sectores clave como manufactura, construcción y turismo, refuerza la idea de una recuperación sostenida a corto plazo, indica el gigante de Wall Street.
El banco estadounidense J.P. Morgan señaló en su último informe que la economía argentina ha salido oficialmente de la recesión, impulsada por un sólido rebote en septiembre. Según el gigante financiero, la actividad económica comenzó a recuperarse en el tercer trimestre del año, alineándose con sus proyecciones previas.
Un cierre de trimestre que marca un cambio de rumbo
El informe de J.P. Morgan destaca que, aunque septiembre registró una caída del 0,3% en la actividad económica, el trimestre finalizó con un repunte significativo del 14,3% anualizado. Este crecimiento posiciona a la economía un 1% por encima de los niveles de diciembre de 2023.
Desde abril, los sectores más dinámicos fueron la intermediación financiera (+11,3%), manufactura (+6,3%), construcción (+5,2%) y turismo (+4,9%). Estos números reflejan un cambio de tendencia tras el punto más bajo alcanzado en marzo de 2023.
Proyecciones optimistas para 2024 y 2025
El banco ajustó sus proyecciones para los próximos años: prevé una contracción del 3% en 2024, seguida de un crecimiento del 5,2% en 2025. Además, señala que el ritmo anualizado de recuperación desde abril es del 9,7%, lo que podría superar las expectativas actuales.
La consultora Econviews comparte parte de este optimismo, aunque con matices más conservadores. Sus estimaciones prevén un arrastre positivo de 2,3% para 2025, con posibilidades de un crecimiento superior al 5%.
¿Los dólares alcanzarán para sostener la estabilidad?
A pesar de los datos alentadores, persisten dudas sobre la disponibilidad de dólares para enfrentar vencimientos de deuda y mantener la estabilidad económica. Según la Fundación Capital, el "puente de dólares" necesario para 2025 está garantizado por ahora, pero advierte que factores como el ajuste fiscal, la gestión de la deuda y un posible acuerdo con el FMI serán clave para consolidar este escenario.
La desinflación también aparece como un objetivo plausible, aunque sujeto a riesgos asociados con la dinámica del mercado financiero. El panorama, aunque prometedor, exige monitoreo constante para garantizar la sostenibilidad de la recuperación.