Pek Capital: todo sobre la nueva estafa piramidal que afectó a más de 4.000 tucumanos

Los damnificados mayoritariamente residen en la ciudad de Concepción, Aguilares.

 Una nueva estafa piramidal sacude a Tucumán. Más de 4.000 personas fueron damnificadas luego de haber confiado en una aplicación de inversiones llamada Pek Capital. Muchos perdieron sus ahorros en esta trampa que parecía ser una oportunidad legítima. 

Una de las muchas víctimas, compartió su experiencia con Enterate Noticias. Su camino hacia Pek Capital comenzó cuando el hermano de un odontólogo reconocido lo recomendó. Desde agosto, depositó una suma significativa, convencido por las promesas de ganancias rápidas. "La idea era poner 100.000 pesos y obtener un retorno en un mes", relata. Sin embargo, la realidad fue muy diferente. 

 Me dijo que era una inversión segura, que tenía buenos resultados 

 A medida que otros inversionistas también se unían, la ilusión de beneficios creció. La víctima pensó que, al observar a los administradores adquirir bienes como autos y propiedades, su inversión era segura. Pero, tras semanas de operaciones exitosas, la aplicación se congeló y los retiros dejaron de funcionar. 

Cuando quise hacer mi primer retiro, no pude. Se quedó todo. 


La red de estafadores y la búsqueda de justicia

Al frente de esta operación se encuentra Daniel Altamirano, quien supuestamente viajó a España dejando a su suerte a miles de inversores. "Wendy", una figura clave en el engaño, guiaba a los inversores a través de grupos de mensajería, creando una fachada de confianza. 

  Ella decía que teníamos que actuar rápido, que las ganancias eran inminentes  

Con la intervención de la justicia, más de 40 damnificados ya han comenzado a organizarse para buscar apoyo legal. La víctima enfatiza la necesidad de visibilidad para evitar que más personas caigan en la trampa. "No podemos permitir que esto quede impune", dice con firmeza. 

 El abogado Dr. Alfredo Aydar, quien representa a las víctimas, explicó que este caso es un claro ejemplo de una estafa piramidal, en la cual no existe un negocio real detrás de las promesas de inversión. Aydar señaló que este tipo de plataformas ficticias están diseñadas para engañar a las personas y no cuentan con ningún respaldo legítimo.

 A diferencia de los esquemas Ponzi, donde inflan un negocio existente, en las pirámides no existe ningún negocio real. Las plataformas son totalmente ficticias y no tienen respaldo alguno. 

El abogado también destacó la estrategia legal que seguirán, enfocada en denunciar ante la justicia federal la presunta comisión de delitos como estafa, asociación ilícita y lavado de dinero. Aydar criticó la inacción de la justicia en casos previos, como el de "Intense Live", una estafa similar que afectó a miles de personas y que aún no fue resuelta. Según Aydar, esta falta de acción por parte de la justicia impulsa a nuevos estafadores a seguir cometiendo estos crímenes.

Además, apuntó a la forma en que estos criminales lograron engañar a las víctimas utilizando conexiones con figuras del poder político. "Ellos se acercaron a personalidades importantes, lo que les dio una falsa aura de seriedad y seguridad. Esto confundió aún más a las víctimas, quienes creyeron que sus inversiones estaban protegidas", subrayó Aydar, dejando claro que los damnificados no son personas ingenuas, sino víctimas de una maquinaria de engaño muy bien organizada.

 

Una comunidad afectada y un llamado a la acción

La historia del damnificado no es única. A medida que las víctimas se agrupan para compartir sus experiencias, queda claro que la desinformación y el engaño fueron factores clave en esta estafa. Muchos se sienten traicionados por quienes creían eran amigos o colegas.

Mientras las autoridades investigan, las víctimas mantienen la esperanza de recuperar sus inversiones. "No tengo miedo de hablar. Necesitamos que se escuche nuestra voz", concluye, invitando a otras víctimas a unirse a su lucha.

El Funcionamiento de la Estafa: Promesas y Engaños

La víctima explica cómo operaba la estafa. "Ellos nos enviaban señales a horarios específicos para invertir. Decían que operábamos en la bolsa australiana a través de una aplicación llamada MGS", detalla. Según comenta, la aplicación era fácil de usar y parecía legítima, lo que ayudó a atraer a muchos incautos.

"Cuando invertías, la idea era que tu dinero se trasladara a una billetera virtual llamada OKX. Era patrocinada por la Fórmula 1, así que parecía confiable", añade. Sin embargo, la situación cambió rápidamente. "Cuando intentamos hacer retiros, nos decían que estaba en revisión. Después, la aplicación se congeló y no pudimos sacar nada", comenta.

 

 

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