El Pacto del Futuro, respaldado por 193 países en la Asamblea General de la ONU, propone 56 acciones para reformar las instituciones internacionales y aborda temas críticos como la igualdad social y la regulación de la inteligencia artificial. Sin embargo, el gobierno de Javier Milei decidió apartarse de este acuerdo, marcando un claro rechazo a varias de sus iniciativas.  

Este pacto fue aprobado en la Cumbre del Futuro de la ONU, donde se discutieron reformas necesarias para garantizar un desarrollo sostenible y equitativo. Entre sus propuestas, se incluye un "Pacto Digital" que establece regulaciones para las redes sociales y la inteligencia artificial, en un esfuerzo por mitigar riesgos tecnológicos y fomentar un entorno digital seguro y accesible.

La canciller Diana Mondino anunció la decisión de Argentina de disociarse del pacto, enfatizando que el país desea actuar como un "Faro de Libertad". En su discurso ante la ONU, Mondino argumentó que las aspiraciones del Pacto son "jurídicamente no vinculantes" y que cada nación tiene derecho a priorizar sus políticas y necesidades locales.

"Argentina quiere tener alas para su desarrollo, sin estar sujeto a decisiones ajenas", subrayó Mondino, al tiempo que criticó el enfoque de la administración anterior hacia la Agenda 2030 y los compromisos internacionales.

Puntos de Rechazo del Gobierno

La administración de Milei mostró un fuerte desacuerdo con varias facetas del Pacto del Futuro. Entre los puntos más destacados de rechazo se incluyen:

1. Ideología de Género: El gobierno ha expresado su oposición a lo que considera una imposición de políticas de género que contradicen sus principios.

2. Regulaciones Económicas: Milei defiende una libertad económica sin restricciones, en contraposición a las propuestas de regulación en el ámbito digital y tecnológico.

3. Intervención Internacional: La administración se opone a lo que percibe como una intromisión en la soberanía nacional por parte de organismos internacionales.

Reacciones Internas y Diplomáticas

La decisión de Milei generó tensiones dentro de la Cancillería, donde hay un debate entre diplomáticos profesionales y los representantes de la línea dura del gobierno. Sin embargo, el rechazo al pacto se alinea con la plataforma libertaria que ha definido al gobierno actual, lo que marca un cambio radical respecto a la postura de gobiernos anteriores.