La trágica muerte del exintendente de Pinamar, Roberto Porretti, en la piscina de un club conmocionó a la Costa Atlántica, la provincia y la esfera política argentina este viernes. 

Porretti, un destacado dirigente peronista, fue destituido como jefe comunal luego de apenas seis meses en el cargo debido a un escándalo relacionado con supuestos pedidos de coimas a propietarios de locales nocturnos. 

Esta controversia lo llevó a enfrentar un juicio político por parte del Concejo Deliberante y, posteriormente, a ser condenado por la Justicia una década más tarde.

A sus 65 años, Porretti sufrió un paro cardíaco mientras practicaba buceo bajo la supervisión de un guardavidas. Su breve mandato como intendente, que abarcó desde el 10 de diciembre de 2007 hasta el 12 de junio de 2008, estuvo marcado por la suspensión impuesta por el Concejo Deliberante. 

El dirigente siempre mantuvo su postura de ser "víctima de una causa armada", alegando que su enfoque en implementar un estricto control sobre los locales nocturnos fue respondido con un ataque orquestado por empresarios de la vida nocturna.

A pesar de su controvertido pasado, Porretti logró imponerse en la interna del Partido Justicialista en 2017 con un amplio margen de votos, derrotando a su rival político Rafael de Vito. Este hecho marcó un regreso destacado a la política local, a pesar de los obstáculos y las críticas que enfrentó en su carrera.