1,7 millones de jubilados se quedaran sin sus medicamentos
Esta medida forma parte de una política previsional regresiva que impacta gravemente a una de las poblaciones más vulnerables del país.
La reciente eliminación de la cobertura total de medicamentos para más de 1,7 millones de jubilados afiliados al PAMI desató una profunda preocupación. Desde agosto, el PAMI ha recortado progresivamente su vademécum, eliminando medicamentos clave para los afiliados. Ahora, aquellos que perciben más de un haber mínimo ($390.000), poseen un vehículo de menos de 10 años o son propietarios de dos inmuebles, ya no tendrán acceso a la cobertura total. Esto representa un golpe económico significativo: el costo promedio cubierto ascendía a $74.500 por persona.
Además, los laboratorios, tras el triunfo electoral de Javier Milei en noviembre de 2023, salieron del acuerdo de precios, aplicando aumentos acumulados del 340,7% en los medicamentos del PAMI y del 422,5% si se incluyen los remedios excluidos del listado.
Un ajuste que empobrece a los jubilados
Las jubilaciones han sido uno de los ejes centrales del ajuste económico implementado por el gobierno. Desde marzo de 2024, el bono para quienes cobran el haber mínimo permanece congelado en $70.000. De haberse actualizado conforme al índice de movilidad, debería alcanzar $135.140 en diciembre. Así, los jubilados con ingresos mínimos pierden más de $65.000 mensuales.
A esto se suma la derogación de la fórmula de movilidad jubilatoria, reemplazada por una atada únicamente a la inflación. Si bien esta nueva fórmula evita pérdidas adicionales en el poder adquisitivo, también imposibilita la recuperación, manteniendo los haberes en un nivel históricamente bajo: 47% por debajo del máximo alcanzado en 2015.
Moratoria previsional y exclusión: el futuro incierto de los adultos mayores
Con la moratoria previsional vigente hasta marzo de 2025, la situación de quienes están próximos a jubilarse también se ve comprometida. Actualmente, 9 de cada 10 mujeres y 8 de cada 10 hombres en edad cercana a jubilarse no cumplen con los 25 años de aportes necesarios, lo que los obliga a optar por la PUAM (Pensión Universal para el Adulto Mayor), equivalente al 80% del haber mínimo.
Esta medida no solo representa una reducción significativa de ingresos, sino que aumenta la edad de acceso a la jubilación para las mujeres de 60 a 65 años y elimina la posibilidad de heredar ese ingreso en caso de fallecimiento.
El costo humano detrás de las políticas económicas
La combinación de ajustes, pérdida de poder adquisitivo y recortes en la cobertura médica agrava una situación ya crítica: el 29,7% de los mayores de 65 años vive en la pobreza, y el 4% en la indigencia, el doble de las cifras registradas en 2023.
En un contexto donde los laboratorios maximizan sus ganancias y los jubilados enfrentan precios descontrolados, las medidas adoptadas no solo reducen su calidad de vida, sino que aumentan la brecha de desigualdad.