Rogelio Nores imputado por la muerte de Liam Payne: el oscuro control sobre su vida y los negocios en común
El financista argentino Rogelio Nores está siendo investigado por su rol en la muerte del ex One Direction. La Justicia descubrió su relación con el cantante, marcada por el suministro de drogas y control absoluto sobre su vida.
La trágica muerte de Liam Payne, excantante de One Direction, en Buenos Aires el 16 de octubre, dejó al descubierto una oscura relación de control y manipulación por parte del financista argentino Rogelio Nores, hoy imputado en la causa.
Según la investigación dirigida por el fiscal Andrés Madrea, Nores fue el principal responsable de la vida de Payne en los últimos meses, actuando como una especie de "manager de facto" que facilitó su consumo de drogas y lo controlaba en cada aspecto de su vida.
Un vínculo de control absoluto y negocios en común
El vínculo entre Payne y Nores comenzó a principios de 2023 en Miami, y rápidamente se transformó en algo mucho más profundo que una simple amistad. En palabras del padre de Payne, Geoff Payne, Nores no era un amigo del cantante, sino el intermediario exclusivo entre Liam y su familia. En diversas ocasiones, Geoff Payne se comunicaba únicamente con Nores para saber sobre el estado de su hijo.
"Está mejor que nunca", le habría dicho Nores al padre de Liam cuando se le consultó sobre su bienestar.
La relación entre ellos comenzó como una posible sociedad de negocios. Según fuentes del caso, Nores había convencido a Payne de que juntos iniciarían proyectos relacionados con su regreso al mundo de la música, pero primero debían hacer frente a la adicción del cantante al alcohol y las drogas. Para ello, Nores facilitó tratamientos de desintoxicación en Estados Unidos, donde se le recetó sertralina, un antidepresivo que, en combinación con cocaína y alcohol, puede resultar letal. Esta mezcla mortal fue detectada en el test toxicológico realizado tras la muerte de Payne.
El control de Nores sobre la vida de Payne se intensificó en los días previos a su muerte. El cantante pasó por varios centros de tratamiento sin éxito, hasta que llegó a Argentina, donde fue hospedado en varios lugares de lujo. Sin embargo, después de ser expulsado de un hotel de cinco estrellas, Payne y Nores se dirigieron al Club de Polo Patagones, donde el cantante pasó algunos días, antes de trasladarse al hotel CasaSur, en Palermo, donde finalmente murió tras caer del balcón.
En el hotel CasaSur, Nores ejerció un control absoluto sobre Payne, gestionando sus gastos, incluyendo compras de alcohol y drogas. Testimonios de empleados del hotel confirmaron que Nores ordenaba recargar la cuenta de Payne y se aseguraba de que el cantante tuviera acceso a cocaína, entregando dinero en efectivo en la recepción para pagar a los dealers.
Las cámaras de seguridad también filmaron a Payne en los pasillos del hotel, desorientado y ebrio, antes de su fatal caída.
"Días libres" y el suministro de cocaína
Lo más inquietante para la Fiscalía es que el día de la muerte de Payne fue un "día libre" para el cantante, según lo que se denominaba en su círculo cercano como "días libres", un periodo en el que Payne podía consumir cocaína sin restricciones. Durante estos días, según pruebas obtenidas, Nores habría proporcionado cocaína directamente a Payne, un hecho que lo implica en el suministro de estupefacientes.
Las comunicaciones entre Nores y Payne, intercambiadas a través de mensajes de texto, muestran cómo el cantante pedía pesos argentinos para comprar drogas, incluso enviando fotos de las bolsas de cocaína que le ofrecían. La fiscalía considera que Nores facilitó el consumo de drogas, lo que le valió la imputación por homicidio culposo.
La imputación por abandono seguido de muerte
El caso tomó un giro grave para Nores, quien está siendo imputado por el abandono seguido de muerte, según el artículo 106 del Código Penal Argentino. Este delito se aplica a aquellas personas que colocan a otra en una situación de desamparo o abandonan a alguien que depende de su cuidado, como sucedió con Payne, quien, pese a estar en una situación de vulnerabilidad extrema, no recibió la ayuda inmediata necesaria.
Si la Justicia logra comprobar que Nores fue responsable de la muerte de Liam Payne, podría enfrentar una pena de hasta 15 años de prisión, con el agravante de que el delito no es excarcelable.
Por ahora, Rogelio Nores permanece libre, pero con su pasaporte retenido y una prohibición de salir del país mientras espera ser citado a indagatoria por la jueza Laura Bruniard.