Se define el traslado de reos hacia Alcaidía Delfín Gallo y cárcel de Benjamín Paz
Este viernes se lleva a cabo una reunión clave entre el Poder Judicial y el Ministerio de Seguridad de Tucumán para discutir el traslado de personas privadas de libertad hacia las nuevas instalaciones de la Alcaidía Delfín Gallo y el Penal de Benjamín Paz.
El encuentro cuenta con la participación de la Corte Suprema de Justicia y representantes del Ministerio Público Fiscal, así como del Servicio Penitenciario de la Policía de Tucumán. El objetivo principal es organizar el traslado de detenidos actualmente alojados en comisarías hacia los nuevos complejos penitenciarios.
El ministro de Seguridad, Agüero Gamboa, expresó que este esfuerzo se realiza bajo las instrucciones del gobernador Osvaldo Jaldo. "Estamos trabajando en conjunto con diferentes organismos, tanto gubernamentales como no gubernamentales, para abordar la situación de aquellos que están privados de libertad en comisarías", comentó Gamboa.
Prioridades Definidas en el Proceso de Traslado
En el transcurso de la reunión, se establecierán las prioridades para el traslado, que incluirán a aquellos con condenas más largas y a personas que padezcan enfermedades o patologías. "La intención es descomprimir la situación carcelaria, ya que las comisarías no están diseñadas para albergar reclusos a largo plazo", subrayó el ministro.
Se espera que el nuevo complejo penitenciario de Delfín Gallo, destinado exclusivamente a mujeres y personas no binarias, esté operativo el 1 de noviembre. Por su parte, el Penal de Benjamín Paz, que albergará a hombres, estará listo a partir del 1 de diciembre. "Una vez entregadas las instalaciones, requeriremos aproximadamente diez días para poner todo en funcionamiento", explicó Gamboa, sugiriendo que los traslados podrían comenzar alrededor del 15 de diciembre.
Enfoque en el Bienestar de los Reclusos
El ministro también enfatizó la importancia de considerar el estado de salud y la edad de los detenidos al planificar los traslados. "Estamos evaluando las condiciones de cada persona, así como sus posibilidades de reintegración social", comentó. La intención es asegurar que los reclusos sean ubicados en instalaciones que se adapten a sus necesidades.
En la actualidad, hay aproximadamente 105 mujeres en la cárcel de Banda del Río Salí. Gamboa mencionó que se está implementando un sistema de pulseras para el monitoreo de arrestos domiciliarios, mejorando así el control y la seguridad.
El gobernador Jaldo ha reiterado la necesidad de trabajar en equipo para resolver la crisis carcelaria, y Gamboa se comprometió a seguir esta línea de acción. "Estamos aquí para mejorar la situación de las personas privadas de libertad y optimizar la seguridad en Tucumán", concluyó.