En los primeros seis meses de la presidencia de Javier Milei, Argentina  experimentó una significativa pérdida de empleos formales, según un informe del Centro de Economía Política Argentina (CEPA). Entre noviembre de 2023 y mayo de 2024, se perdieron 265.000 puestos de trabajo y casi 10.000 empresas cerraron, reflejando un impacto considerable en el mercado laboral.

El informe del CEPA, basado en datos de la Superintendencia de Riesgos del Trabajo (SRT) y la Seguridad Social, muestra que la cantidad de empleadores disminuyó de 512.357 a 502.385 en el período mencionado. Esto corresponde a una reducción de 9.972 empresas. Además, el número de trabajadores registrados cayó un 2,69%, pasando de 9.857.173 a 9.591.865, lo que representa una pérdida total de 265.308 empleos formales.

La mayoría de las empresas que cerraron durante estos meses eran pequeñas y medianas (pymes), con un 99,5% del total. Solo 45 grandes empresas, con más de 500 empleados, cesaron sus actividades. En términos relativos, las grandes empresas sufrieron una mayor proporción de cierres, con un 2,49% del total, frente al 1,94% de las pymes.

La reducción del empleo se concentró principalmente en las empresas de mayor tamaño. Durante el período analizado, el 70% de la pérdida de empleos (186.357 trabajadores) se produjo en empresas con más de 500 empleados. En contraste, las pymes redujeron su personal en 78.951 casos, lo que representó el 30% de la pérdida total.

Es importante destacar que estos datos solo incluyen empleos formales. Según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), el primer trimestre de 2024 también mostró una pérdida de 300.000 empleos totales, incluyendo los informales, elevando la tasa de desocupación del 5,7% al 7,7%. Analistas del CIFRA de la CTA de los Trabajadores estiman que la pérdida total de empleos formales e informales alcanzaría las 437.000 personas en el período analizado.

El Observatorio de Industriales Pymes Argentinos (IPA) advierte que, si no se corrige el rumbo actual, para finales de 2024 se podrían perder 180.300 empleos formales y cerrar alrededor de 10.000 empresas en el sector privado.